El personal del aeropuerto de Palma carece de comedor desde marzo. El anterior fué demolido como parte de las obras de remodelación del aeropuerto, y se suponía que uno nuevo ya debería estar en funcionamiento. No es el caso.
Anteriormente, los empleados pagaban aproximadamente doce euros por un menú (que incluía postre y agua). En la actualidad, se ven obligados a abonar los mismos precios que los pasajeros. En junio, el sindicato UGT informó de que a algunos trabajadores se les imponían multas por salir del recinto para poder comer a un precio más asequible.
Marcos Fernández, secretario del comité de empresa de Eurowings, declara: “Nos cuesta dinero trabajar. La mayoría de los empleados perciben entre mil trescientos y mil cuatrocientos euros semanales, y nuestros salarios no son suficientes para costear una comida a precios turísticos.” Con la no apertura del nuevo comedor, la inauguración del McDonald’s, el más grande de Europa, se percibió como una auténtica ofensa.
AENA, la autoridad aeroportuaria, ha sacado a concurso la gestión del comedor en dos ocasiones. La segunda de ellas incluía mejoras para hacer la concesión más atractiva, pero no tuvo éxito.
“Mejoramos las condiciones del pliego para hacerlo más atractivo, después de que el adjudicatario inicial no pudiera iniciar el servicio al tener que asumir la deuda significativa dejada por el operador anterior, quien ocupó las instalaciones sin contrato durante casi tres años y acumuló una deuda considerable.”
El segundo concurso fue declarado desierto. AENA lamenta la situación y las molestias, señalando que se han ofrecido a los trabajadores “alternativas de restauración”. La autoridad aeroportuaria desconoce cuándo se anunciará un nuevo concurso. Fernández desestima estas alternativas. “Pagar una comida a precio de venta al público es un robo.”
Eurowings dispone de una zona de descanso con microondas, frigorífico y máquinas de café, pero los empleados se quejan de que, con turnos que comienzan a las 6 de la mañana, no tienen tiempo para preparar comida antes de llegar. “Es cierto que tenemos una sala donde se puede tomar café y calentar la comida. La mayoría trae algo preparado si empieza a las 6am en un turno partido. Pero, ¿a qué hora hay que levantarse para hacer la comida? No es factible.”