La Zona de Bajas Emisiones propuesta en el centro de Torrevieja
El Ayuntamiento de Torrevieja ha confirmado que no se impondrán multas en su próxima Zona de Bajas Emisiones (ZBE) hasta el 1 de enero de 2027. Aunque las restricciones de tráfico en el casco urbano se implementarán progresivamente durante 2026, se mantendrá una moratoria a lo largo de todo ese año para permitir a conductores y residentes adaptarse.
El lunes, el pleno aprobó provisionalmente la ordenanza que regula la ZBE, cuyo desarrollo se inició en 2023. Esta medida responde a la normativa europea y española que exige a los municipios de más de 50.000 habitantes establecer este tipo de zonas. Con casi 100.000 habitantes, Torrevieja ha sido una de las ciudades más tardías en cumplir dicho requisito.
¿En qué consiste una ZBE?
Las Zonas de Bajas Emisiones restringen el acceso, la circulación y el estacionamiento de los vehículos más contaminantes con el objetivo de reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire. Por lo general, se prohíbe el acceso a los cascos urbanos a los vehículos más antiguos, salvo que existan exenciones para residentes o usos concretos.
En Torrevieja, la ZBE se desplegará en dos fases:
ZBE 1 (centro de la ciudad): activa a partir de enero de 2027.
ZBE 2 (áreas periféricas del centro): activa a partir de 2029.
El municipio ha recibido una subvención de 1,7 millones de euros para financiar el sistema, que incluirá 52 cámaras de vigilancia, sensores medioambientales, una campaña de concienciación ciudadana y más de 150 nuevas señales. Parte de este equipamiento también servirá para apoyar proyectos de gestión del tráfico y peatonalización en el paseo marítimo.
Un año de moratoria
Desde la aprobación de la ordenanza y hasta finales de 2026, no se aplicarán sanciones. En su lugar, se llevarán a cabo campañas informativas para dar a conocer la normativa a los residentes. Los conductores que infrinjan las restricciones podrán recibir avisos por escrito en los que se explicará la infracción, pero sin que conlleven ninguna penalización económica. A partir de 2027, se impondrán multas de 200 euros.
Disputas políticas
El Partido Popular, en el gobierno, ha argumentado en repetidas ocaciones que Torrevieja ya disfruta de una buena calidad del aire durante todo el año. No obstante, ha procedido con la implantación de la ZBE para evitar la pérdida de fondos europeos. La ordenanza sí permite al alcalde activar medidas adicionales temporales en caso de picos de contaminación, pero no vincula el funcionamiento de la ZBE a umbrales de calidad del aire, tal y como afirma el equipo de gobierno.
Retos en materia de transporte
Los críticos sostienen que la ZBE pondrá de manifiesto las carencias de la red de transporte urbano de Torrevieja. A diferencia de las grandes ciudades españolas, que cuentan con servicios sólidos de autobús, tranvía o metro, Torrevieja carece de alternativas robustas al uso del vehículo privado. Los conductores que se vean obligados a dejar sus coches fuera de la ZBE often no tendrán más remedio que caminar hasta el centro urbano, lo que suscita preocupación por la accesibilidad para residentes, trabajadores y visitantes, especialmente para las personas mayores.
El concejal de la oposición Pablo Samper (Sueña Torrevieja) acusó al Partido Popular de restar importancia a estos desafíos:
«La ZBE existe y funcionará, aunque no se multará hasta 2027. Pero sin una inversión real en transporte público, la medida corre el riesgo de castigar a los residentes en lugar de mejorar la movilidad.»
Samper también cuestionó los retrasos en la subvención de 3,4 millones de euros concedida en 2022 para la implantación de la ZBE, que aún no se había abonado a mediados de 2025. Asimismo, señaló que, en agosto, el consistorio tuvo que rescindir un contrato para conexiones de carriles bici con la ZBE y rutas escolares, tras incumplir los plazos establecidos para diciembre de 2025.