Las fuertes tormentas que han azotado partes de Europa en los últimos días darán paso a altas temperaturas esta semana. Varias regiones podrían subir hasta 10°C (50°F) por encima de lo normal, con Italia preparada para lo peor del calor. Se espera que Florencia, en la Toscana, alcance los sofocantes 39°C el jueves y durante el fin de semana.
Alemania, Francia y Bélgica también enfrentarán calor desde el miercoles, con máximas generalizadas al menos 9°C superiores al promedio de junio. En muchas otras partes de Europa, se prevén temperaturas entre 5 y 7°C más altas que lo habitual. Esto se debe a un sistema de alta presión que forma una “cúpula de calor” en la región, donde el aire que desciende se comprime y calienta, atrapando el calor cerca del suelo.
Mientras tanto, Sudáfrica está bajo el efecto de un fuerte sistema de tormentas que ha activado alertas por clima severo en todo el país. Durante el fin de semana, las provincias de Cabo Occidental y Cabo Norte fueron las más afectadas. A medida que avance la semana, la tormenta podría intensificarse y moverse hacia el este, llevando clima extremo a las regiones central y oriental.
Estas condiciones están provocando un bajón importante en las temperaturas, con máximas en algunas zonas cayendo más de 7°C bajo el promedio estacional. Los vientos fuertes hacen que se sienta aún más frío.
También ha llovido intensamente en el Cabo Oriental, y se espera que las zonas costeras reciban más de 100 mm el lunes, lo que podría causar inundaciones. Los vientos potentes que azotan la región podrían alcanzar los 100 km/h el lunes, empeorando el impacto de la tormenta. Además, se prevé nieve, y las acumulaciones importantes podrían causar problemas de transporte y daños a la infraestructura.
Este clima extremo es resultado de un sistema de baja presión aislado, que ocurre cuando una zona de bajas presiones se separa de la corriente principal en chorro. Esto permite que aire frío y seco descienda desde alturas mayores y se combine con la humedad en superficie, generando la mezcla volátil de lluvia, viento y nieve que afecta al país.
Las autoridades sudafricanas piden a los residentes mantenerse alerta, limitar los viajes y seguir las actualizaciones meteorológicas oficiales en los próximos días.