Texto en español (nivel C2, con posibles errores):
El aeropuerto de Palma vivió un caos en la madrugada del jueves debido a una fuerte tormenta que azotó la isla, provocando retrasos considerables y complicaciones operativas. Las lluvias torrenciales y las descargas eléctricas obligaron a las autoridades de tráfico aéreo a aplicar medidas de seguridad estrictas, incluyendo restricciones en despegues y aterrizajes, lo que generó disrupciones generalizadas en los vuelos. Según AENA, la gestora aeroportuaria española, el temporal afectó tanto a llegadas como salidas, con retrasos que podrían extenderse hasta al menos el mediodía.
Los pasajeros que llegaron al aeropuerto se encontraron con goteras en los techos y equipos de mantenimiento intentando controlar inundaciones en el interior. Se volvieron a colocar cubos por la terminal para recoger filtraciones, y varias zonas quedaron acordonadas por seguridad. El incidente reavivó las críticas sobre la infraestructura del aeropuerto, que históricamente ha tenido problemas para soportar lluvias intensas.
Los horarios de vuelos se vieron gravemente alterados, ya que la tormenta dificultó las operaciones. Enaire, responsable del espacio aéreo español, aplicó restricciones temporales para garantizar la seguridad durante lo peor del temporal. Esto provocó un atasco en los vuelos entrantes, lo que a su vez retrasó las salidas por los ajustados tiempos de escala. Aunque no se reportaron cancelaciones, AENA advirtió de retrasos persistentes durante el día.
AEMET había emitido un aviso amarillo antes de la tormenta, anticipando lluvias que llevaron a los servicios de emergencia balearicos a activar el Plan Meteobal. El aguacero causó condiciones peligrosas en Palma y alrededores, con el sistema tormentoso dirigiéndose hacia Menorca en las próximas horas.
Se recomienda a los viajeros consultar con sus aerolíneas antes de acudir al aeropuerto, dada la incertidumbre sobre los horarios.
*Noticia en desarrollo. Actualizaremos la información a medida que avance.*
