Los propietarios de un inmueble en España ubicado en un edificio comunitario pueden verse en la obligación de asistir a juntas de vecinos. Pero, ¿cuál es su finalidad exacta y qué cabe esperar de ellas?
Si adquieres un apartamento o una vivienda que forma parte de una comunidad de propietarios, deberás asumir diversas responsabilidades, como abonar los gastos comunitarios, acatar las normas de convivencia y participar en las reuniones y decisiones de la comunidad.
De hecho, las juntas de vecinos están recogidas en la Ley de Propiedad Horizontal y son esenciales para garantizar la buena convivencia entre los propietarios y alcanzar acuerdos democráticos sobre determinadas cuestiones.
‘La comunidad’: Qué deben saber los propietarios en España sobre las comunidades de vecinos
Estas reuniones suelen celebrarse una vez al año, si bien pueden convocarse juntas extraordinarias para tratar reparaciones urgentes, temas de seguridad u otros asuntos importantes o apremiantes.
El propósito principal de estas juntas es debatir las cuentas comunitarias, renovar los cargos de la junta directiva y proponer la aprobación de gastos presupuestarios, aunque pueden abarcar una multitud de temas.
En primer lugar, deben ser públicas y todos los residentes deben ser informados, indicándose la fecha, hora, lugar y el orden del día.
Asimismo, es obligatorio incluir una lista de los propietarios morosos, indicando que no podrán ejercer su derecho a voto en ciertas decisiones.
Cabe destacar que estas juntas se llevarán a cabo generalmente en castellano u otra lengua cooficial como el catalán en Cataluña. Por tanto, si tus competencias lingüísticas no son aún suficientes, quizá sea recomendable acudir con alguien que pueda comprenderlo todo o solicitar al presidente de la comunidad un resumen de los temas a tratar para que puedas preparar el vocabulario específico.
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En ocasiones, asistir a la junta no es estrictamente obligatorio, pero aun así es aconsejable. En ella se debaten temas importantes que podrían afectarte directamente. Por ejemplo, los vecinos podrían votar a favor de aumentar las cuotas comunitarias para disponer de más fondos ante posibles reparaciones, o decidir instalar un ascensor, lo que te obligaría a abonar tu parte correspondiente, incluso si no estuvieses de acuerdo.
Para cuestiones de mayor calado, como proyectos de eficiencia energética, limitar el uso de viviendas turísticas o alquilar espacios comunitarios, se requiere una mayoría cualificada, que en este caso es de tres quintos o un tercio, dependiendo del supuesto.
En lo que respecta a estos asuntos, los residentes disponen de un mes para emitir su voto, incluso si no asistieron a la junta. Si no votas dentro de ese plazo de 30 días, tu voto se adherirá automáticamente a la mayoría.
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Si eres propietario pero no resides en la vivienda, es posible acudir mediante representación legal o voluntaria en caso de no poder estar presente. Si se trata de este último caso, bastaría con una autorización escrita firmada por ti. Esta debe identificar tanto al representante como al representado, así como la vivienda o viviendas en cuestión. También debe incluir autorización expresa para asistir y votar, además de las firmas de ambos.
Las juntas también pueden celebrarse ocasionalmente en línea por videoconferencia, siempre que exista consentimiento unánime, aunque no es lo más habitual.
Si te preocupa que los vecinos de tu edificio no convoquen las juntas anuales reglamentarias y tienes temas que deseas discutir, deberías contactar al presidente de la comunidad y preguntar por qué no se celebran.
También puedes solicitar que se convoque una si consideras que el asunto es lo suficientemente importante y requiere del consenso de todos los vecinos.
