**El efectivo es el rey, como suele decirse. ¿Coincide usted con esta afirmación?**
*Créditos: Shutterstock, pixinoo*
¿Sigue utilizando dinero en efectivo? Esta pregunta, aparentemente sencilla, pone de manifiesto la profunda división que persiste en los hábitos cotidianos de pago.
Si bien las carteras digitales y las tarjetas *contactless* experimentan un auge continuo, una parte significativa de los encuestados manifestó un firme apego al dinero físico, destacando tanto sus ventajas prácticas como los principios personales que subyacen a su elección. La encuesta recogió un amplio abanico de opiniones, que abarcaba desde defensores acérrimos del efectivo hasta quienes hace tiempo que prescindieron de billetes y monedas.
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Muchos participantes subrayaron que el efectivo sigue siendo fundamental en su día a día. Para algunos, se trata de costumbre, comodidad o una cuestión de control. Como afirmó Justin Bolt, lo utiliza “el 99% del tiempo”. Caz Pritch hizo eco de un sentimiento muy extendido: “Sí, porque el efectivo es el rey”. Esta frase se repitió en varias ocasiones; tanto Sheena Hutson como Juliet James afirmaron sin rodeos: “El efectivo es el rey”. Patricia M Judge añadió: “Sí, siempre que es posible”, mientras que Carole Penman señaló: “Sí, la mayoría de las veces, me ayuda a controlar mejor mis gastos”. Val Edlin coincidió: “Por supuesto, me gusta saber en qué se va mi dinero”.
Varios encuestados recalcaron la importancia de apoyar al comercio local. Susan Wallace comentó: “Sí, ayuda a los pequeños negocios a reducir costes”, un punto que también planteó Marion Isabel Atkins, quien explicó: “Sí, ayuda a los comercios de proximidad; la gente no es consciente de que los bancos cobran comisiones por las transacciones con tarjeta”. En la misma línea, Andy Solomons declaró: “Sí. Siempre en bares, restaurantes y tiendas pequeñas. Así se ahorran los gastos de procesamiento de la tarjeta, y es más fácil dejar propina”. Tony Wallace reforzó esta postura práctica: “Si no lo usas, lo pierdes. ¡¡Por supuesto que sí!!”.
Algunas personas describieron situaciones concretas en las que el efectivo sigue siendo imprescindible. Angela Edgley prefiere el dinero en metálico en los establecimientos pequeños: “Siempre pago en efectivo en cafeterías y restaurantes. Siempre en efectivo cuando compro en pequeños negocios y en nuestro mercado municipal”. Catherine Katy Leuz añadió que siempre lleva algo consigo porque “en numerosas ocasiones he visto cómo fallaba el sistema de pago con tarjeta en el supermercado”. Ter Ami relató una anécdota personal sobre la gestión del cambio suelto en cafés y parkings, mientras que Judith D Altavista compartió que su elección depende de la compra: utiliza efectivo para los artículos cotidianos y la tarjeta para los gastos mayores.
Sin embargo, no todo el mundo sigue dependiendo de los billetes. James Jupp reconoció: “Hace años que no uso efectivo”, y Elle Case Burge declaró: “Estamos en 2025, aunque parezca mentira 🤔. ¡Siempre pago con Apple Pay!”.
En conjunto, la mayoría de los participantes en la encuesta afirmó que sigue utilizando efectivo —con frecuencia, de manera habitual y con razones de peso que justifican su preferencia.