16 de junio 2025; Oklahoma City, Oklahoma, EE.UU.; El base de los Indiana Pacers T.J. McConnell (9) avanza con el balón contra los Oklahoma City Thunder en el cuarto cuarto del juego 5 de las Finales de la NBA 2025 en el Paycom Center. Crédito obligatorio: Alonzo Adams-Imagn Images.
INDIANAPOLIS– El base de los Indiana Pacers, T.J. McConnell, sigue haciendo lo imposible.
Con solo 1.85 metros, entra una y otra vez en la pintura y supera a los gigantes de la NBA para anotar. A sus 33 años, todavía corre por la cancha con una velocidad que sus rivales no pueden seguir. Y en defensa, molesta a las estrellas de la liga hasta hacerlas fallar.
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Ahora, McConnell enfrenta su mayor desafío: posiblemente reemplazar al dos veces All-Star Tyrese Haliburton este jueves, cuando los Pacers intenten salvar su temporada contra Oklahoma City en el Juego 6 de las Finales.
Haliburton dijo el miércoles que tratará de jugar a pesar de su lesión en la pantorrilla por la importancia del partido. El entrenador Rick Carlisle dijo que la decisión se tomaría en el momento del juego, lo que sugiere que McConnell podría jugar más minutos de lo normal.
De cualquier modo, McConnell promete estar listo.
"Solo tengo que dar energía, como siempre hago," dijo McConnell después del entrenamiento. "Nuestros titulares nos han llevado hasta aquí y nosotros solo tenemos que entrar, dar energía donde se necesite y hacer nuestro trabajo."
Hasta ahora, ha brillado bajo presión. Aunque sus promedios de 9.0 puntos, 4.0 asistencias y 2.9 rebotes en 16.7 minutos parecen normales, su impacto ha sido increíble.
Fue el primer jugador de banquillo en la historia de las Finales en lograr 5 asistencias y 5 robos en un juego, y ayudó a los Pacers a reducir una desventaja de 16 puntos en la segunda mitad del Juego 5, que perdieron 120-109.
Pero es su estilo de juego lo que lo hace tan querido en Indiana, un estado que valora más la actitud y la defensa que los puntos o las estrellas.
Así aprendió a jugar de su padre, Tim, un entrenador de secundaria de Pittsburgh que ha estado en las gradas durante estos playoffs.
"Todos saben lo que tienen que hacer cuando están en la cancha con T.J.," dijo Obi Toppin de los Pacers. "Esperamos que entre en la pintura, que mueva el balón. Sabemos lo que hace, así que nuestro trabajo es más fácil."
Toppin, McConnell y Bennedict Mathurin han formado una gran conexión en la cancha, a pesar de sus diferencias.
Toppin fue Jugador del Año en la NCAA, y Mathurin fue el primer canadiense en asistir a la Academia NBA en América Latina. McConnell, en cambio, no fue drafteado y tuvo que demostrar su valía una y otra vez.
Los críticos en Duquesne pensaban que era demasiado flaco para destacar, pero se fue a Arizona y llegó hasta la Elite Eight. Después, los 76ers lo ficharon, y luego llegó a Indiana, donde al principio no era parte de la rotación.
"Los entrenadores tienen un trabajo difícil," dijo McConnell. "Puedes quejarte o trabajar. Yo elegí trabajar."
Los Pacers están encantados con los resultados. Le dieron una extensión de contrato de $45 millones y ha sido clave en su camino a las Finales.
¿Puede salvar su temporada este jueves? Quizás. Pero no lo subestimen.
"Ya hemos estado aquí antes," dijo McConnell. "No podemos flaquear. Ellos vendrán listos, y nosotros tenemos que estar preparados."