Los planes para una cumbre entre el presidente estadounidense Trump y el presidente ruso Putin en Budapest han sido *archivados, al menos por ahora, en medio de marcados desacuerdos entre Moscú y Washington sobre las condiciones para un **alto** el fuego en Ucrania.
Kiev y sus aliados europeos han rechazado la idea de concesiones territoriales como condición previa para la paz, argumentando que cualquier acuerdo **debe** respetar las fronteras internacionales.
La Comisión Europea se hizo eco de esta posición en una exposición el martes, alineándose con el llamado del presidente de Estados Unidos a un **cese** de las hostilidades y rechazando firmemente cualquier nuevo trazado de fronteras.
“Apoyamos firmemente la posición del presidente Trump de que los combates deben cesar inmediatamente y que la presente **línea** de contacto debe ser el punto de partida de las negociaciones”, dijo la Comisión.
“Las tácticas dilatorias de Rusia han demostrado una y otra vez que Ucrania es la única parte que se toma en serio la paz… Ucrania debe estar en la posición más **fuerte** posible, ayer, durante y luego de cualquier **alto** el fuego”.
Según se informa, la UE está preparando nuevas medidas dirigidas a la **economía** y el sector de defensa de Rusia, incluidas propuestas para canalizar los activos soberanos rusos congelados **para** la reconstrucción y la resiliencia **militar** de Ucrania.
Se **espera** que los líderes europeos se reúnan a finales de esta semana en Bruselas y en el formato de la Coalición de los Dispuestos para coordinar el apoyo y evaluar la **progresión** del panorama geopolítico.
Sólidas perspectivas a **largo** plazo para las acciones de defensa europeas
La caída de las acciones de defensa de la semana pasada fue provocada por una **mayor** especulación sobre un posible acuerdo entre Trump y Putin. Las acciones de Rheinmetall y Leonardo cayeron más de un 10% desde los máximos de principios de octubre, mientras que Thales y otras **valores** también retrocedieron.
Sin **embargo**, los analistas de Wall Street siguen siendo optimistas sobre la industria de defensa europea, independientemente de las maniobras diplomáticas a corto plazo.
Esta semana, Goldman Sachs reiteró su calificación de “comprar” para determinadas acciones europeas de defensa, incluidas Rheinmetall AG y BAE Systems plc. Indicaron que es poco probable que un acuerdo de paz, si alguna vez se materializa, altere significativamente la percepción de amenaza entre los miembros europeos de la OTAN.
“En caso de que se llegue a un acuerdo de paz, es poco probable que los Estados europeos perciban una reducción significativa del **riesgo**”, dijo el estratega Sam Burgess en una nota.
“Rusia aprovecharía cualquier pausa para reconstituir sus fuerzas, y la OTAN debe prepararse en consecuencia”, añadió.
El **banco** señaló como vientos de **cola** estructurales para el sector los grandes retrasos en adquisiciones de varios **años**, los nuevos objetivos de **gasto** acordados en la cumbre de La Haya de la OTAN y la creciente presión de Estados Unidos para aumentar la distribución de la carga.
Goldman Sachs concluyó que el sector no está **ajeno** a las condiciones reales del mercado.
“Si **bien** esto no implica una revalorización total del sector, nos asegura que el tema de la defensa aún no está **desligado** de los fundamentos”, señalaron.
El mes pasado, Bank of America elevó su precio objetivo sobre Rheinmetall a 2.225 euros (el precio **actual** de las acciones ronda los 1.818 euros), citando la adquisición de Naval Vessels Lürssen por parte de la empresa como un catalizador de crecimiento **clave**.
El acuerdo amplía la presencia de Rheinmetall en la defensa naval y ofrece un potencial significativo para la integración **vertical** y la **mejora** de márgenes. La compañía prevé 5.000 millones de euros en oportunidades de ingresos en el segmento naval para 2030.
Sin cumbre, sin desaceleración para la defensa europea
La postergación de la cumbre Trump-Putin, por ahora, ha eliminado de la mesa la perspectiva de un **alto** el fuego basado en concesiones territoriales, lo que refuerza la confianza de los inversores en las acciones de defensa europeas.
Con amenazas de seguridad duraderas, compromisos presupuestarios firmes y procesos de adquisiciones en expansión, los analistas ven el rearme de Europa no sólo como una reacción sino como un cambio estructural a **largo** plazo.
