El campo en evolución de la teranóstica está listo para ampliar las opciones de tratamiento para millones de pacientes con cáncer, según declaró un directivo de GE Healthcare.
“La teranóstica combina diagnóstico y terapia, pero va mucho más allá de eso,” explicó Sergio Calvo, gerente general global de teranóstica en GE Healthcare, durante una entrevista en la conferencia anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica la semana pasada en Chicago.
Calvo definió la teranóstica como un enfoque de terapia dirigida que emplea imágenes moleculares para visualizar el mismo objetivo biológico que el fármaco está diseñado a tratar. Básicamente, los médicos escanean en busca de un marcador molecular en las células cancerígenas y luego administran un medicamento que se une a ese receptor, permitiéndoles ver y tratar la enfermedad en un ciclo conectado.
La teranóstica no es completamente nueva; su concepto se remonta a Marie Curie y al uso temprano del radioyodo para el cáncer de tiroides. Sin embargo, está experimentando un crecimiento acelerado y un renacimiento, posicionando este método como una innovación mayor para la oncología, afirmó Calvo.
Este enfoque no solo facilita a los clínicos el seguimiento de si una terapia está alcanzando su objetivo previsto, sino que también produce menos efectos secundarios que la radiación tradicional. La radiación está altamente dirigida a las células cancerosas, por lo que los pacientes experimentan poca náusea, no pierden cabello y presentan baja toxicidad, aclaró Calvo.
Dos fármacos teranósticos ya están aprobados por la FDA —uno para tumores neuroendocrinos y otro para el cáncer de próstata— y hay docenas más en desarrollo, señaló. Él anticipa un crecimiento generalizado a nivel global en este ámbito.
“En los Estados Unidos y alrededor del mundo en los próximos 10 años, esto va a crecer veinte veces,” comentó Calvo.
Los hospitales están invirtiendo cada vez más en teranóstica, pero aún se necesita desarrollar una infraestructura significativa para escalar su uso, añadió.
GE Healthcare contribuye al avance de este campo no desarrollando los fármacos, sino construyendo la infraestructura de imagen y software que hace posible la teranóstica.
Por ejemplo, la compañía fabrica un escáner PET que puede captar pequeñas dosis de radiación y completar un escaneo en segundos en lugar de minutos, destacó Calvo. Y el año pasado, GE Healthcare adquirió MIM Software, una plataforma de lectura de imágenes y planificación que segmenta la enfermedad y ayuda a los clínicos a evaluar la respuesta del paciente al tratamiento.
Si los rápidos avances tecnológicos y la creciente inversión hospitalaria continúan, la teranóstica podría convertirse en una herramienta convencional en oncología, potencialmente salvando millones de vidas, declaró Calvo.
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