Existe una creciente preocupación por posibles matanzas en la importante ciudad sudanesa de el-Fasher, después de que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) la capturaran de las fuerzas gubernamentales.
En un discurso el lunes por la tarde, el jefe militar de Sudán, el General Abdel Fattah al-Burhan, dijo que había aprobado la retirada de tropas en respuesta a la “destrucción sistemática y el asesinato de civiles”.
La ONU informó sobre reportes creíbles de “ejecuciones sumarias”, mientras que el Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale hizo referencia a imágenes satelitales que muestran “montones de cuerpos ejecutados en masa”.
Las RSF han negado las acusaciones de matar civiles y atacar a grupos étnicos no árabes, a pesar de las pruebas presentadas por la ONU y organizaciones de derechos humanos.
La caída de el-Fasher en la región de Darfur podría marcar un punto de inflexión significativo en la guerra civil de Sudán, que ha causado decenas de miles de muertos y ha desplazado a casi 12 millones de personas desde abril de 2023.
Los combatientes de las RSF habían estado sitiando el-Fasher durante 18 meses, atrapando a cientos de miles de civiles en la ciudad y provocando una crisis de hambre.
El Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale le dijo a la BBC que, desde que la ciudad fue capturada, las imágenes de satélite han mostrado “montones de cuerpos ejecutados en masa, o disparados por francotiradores al intentar cruzar” el muro perimetral de la ciudad.
Y en una publicación en X, el director ejecutivo del grupo de investigación describió su conmoción al poder ver “aparentes charcos de sangre” a través de imágenes satelitales.
“El horror, la escala y la velocidad de las muertes que están ocurriendo ahora [es] diferente a todo lo que he visto en un cuarto de siglo haciendo este trabajo”, dijo Nathaniel Raymond.
De manera similar, un equipo humanitario de la ONU en Sudán dijo estar “horrorizado” por los informes de atrocidades como “ejecuciones sumarias”, ataques a civiles en las rutas de escape, violencia sexual y redadas casa por casa.
La Fuerza Conjunta, una alianza de grupos armados de Darfur que apoya al ejército, dijo que 2.000 civiles habían sido asesinados desde que la ciudad cayó. No existe una confirmación independiente de esto.
Mientras tanto, residentes que lograron huir de el-Fasher han contado a la BBC que están asustados y angustiados después de perder el contacto con familiares que aún están atrapados en la ciudad.
Un hombre dijo que varios de sus parientes fueron “masacrados”, pero no ha podido contactar a ningún miembro sobreviviente de su familia ya que las líneas de comunicación han sido cortadas desde que las RSF tomaron el control.
“Fueron reunidos en un lugar y todos asesinados. Ahora no tenemos idea de qué ha pasado con aquellos que siguen con vida”, dijo.
El martes, la Unión Europea dijo que quería que “todas las partes beligerantes desescalaran” el conflicto, mientras que la Unión Africana condenó los “supuestos crímenes de guerra y asesinatos de civiles dirigidos étnicamente”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el único hospital que aún funcionaba, aunque de forma parcial, en el-Fasher fue atacado el domingo.
Agregó que, según los informes, una enfermera murió en el ataque.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar “gravemente preocupado” por la situación actual en la ciudad y condenó las denunciadas “violaciones del derecho internacional humanitario”.
El lunes, después de confirmar que el ejército se había retirado de el-Fasher, el jefe militar sudanés, el General Burhan, denunció la inacción de la comunidad internacional para detener las atrocidades de las RSF y prometió luchar “hasta que esta tierra sea purificada”.
“Podemos cambiar las tornas cada vez, y podemos recuperar cada tierra profanada por estos traidores para el seno de la nación”, afirmó.