Durante años, la reputación de Barcelona como capital europea del carterismo ha exasperado a residentes y turistas por igual, ya que los ladrones parecían operar con impunidad – con la policía mostrándose reacia a actuar.
Ahora, por fin, los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica de Cataluña, aseguran haber asestado un duro golpe contra los ladronzuelos.
El cuerpo afirma haber desarticulado varios grupos organizados dedicados al tráfico de móviles robados – y haber recuperado más de mil dispositivos en una serie de operaciones llevadas a cabo este verano.
Y en un movimiento que sorprenderá gratamente a miles de víctimas, los Mossos han lanzado una base de datos online donde se puede consultar si el terminal figura entre los incautados.
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Al introducir el número IMEI del dispositivo – el identificador único que posee cada teléfono – las víctimas pueden ver si el suyo ha sido recuperado y seguir las instrucciones para reclamarlo.
Un portavoz policial declaró: “Si su teléfono aparece en la lista, puede seguir las intrucciones para recuperarlo.”
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La herramienta de búsqueda puede encontrarse en la sección de ‘Servicios y Trámites’, bajo ‘Móviles Sustraídos Recuperados’ en la web de los Mossos.
Este avance se produce tras años de críticas por que Barcelona se había convertido en un paraíso para ladrones que actuaban descaradamente contra noctámbulos, turistas y viajeros a plena luz del día – o tras fiestas nocturnas.
A muchos incluso se les disuadió de denunciar el robo por parte de la propia policía encargada de investigar, la cual empleaba tácticas de intimidación advirtiendo a las víctimas que completar los formularios podía llevar hasta seis horas.
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Los Mossos insisten ahora en que su ofensiva es parte de una estrategia más amplia para estrangular el mercado de teléfonos robados, el cual, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, a menudo financia la delincuencia organizada a mayor escala.
Otros países han sido pioneros en sistemas similares – como el registro ‘Immobilise’ del Reino Unido – para ayudar a reunir a las víctimas con sus propiedades sustraídas.
Por ver está si los residentes y visitantes de Barcelona, tan maltratados, sentirán por fin que la marea ha cambiado.
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