Por Bradford Doolittle
30 de septiembre de 2025
Analista de MLB para ESPN.com
CLEVELAND — Cuando se trata de ganar en la postemporada de la MLB, en el 2025, se escucha mucho sobre bullpens potentes y bateadores de home runs. Pero cuando tienes un lanzador estrella de la vieja escuela como Tarik Skubal en tu equipo, el pitcheo inicial y un poco de juego pequeño todavía pueden lograrlo.
Skubal llevó a los Tigres de Detroit a una ventaja de 1-0 en su serie comodín de la Liga Americana contra los Guardianes de Cleveland con quizás la salida más dominante de una carrera que ha estado llena de ellas, empatando un récord postemporada de Detroit de 53 años con 14 ponches y lanzando hasta la octava entrada en una ajustada victoria de 2-1.
Joe Coleman estableció la marca de ponches de los Tigres en postemporada en la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 1972 contra Oakland.
“En realidad no importa,” dijo Skubal. “Ganar es lo que me importa a mí. Es lo que me ha importado todo el año. Creo que ganar es lo más importante en los deportes.”
La salida se volvió más dominante mientras Skubal avanzaba en el juego. Según ESPN Research, Skubal superó las 100 millas por hora con un lanzamiento 11 veces, seis más que las que nunca había tenido en un inicio. Superó las 100 cinco veces solo en la séptima entrada cuando ponchó a tres bateadores consecutivos.
Si parecía que Skubal estaba vaciando el tanque, es porque lo estaba haciendo: según su uso durante la temporada, Skubal supuso que ese sería su último inning. Pero el mánager de Detroit, A.J. Hinch, quería tres bateadores más del ganador del Cy Young de la AL —y el favorito para ganarlo otra vez.
“Pensé que mi salida estaba llegando a su fin,” dijo Skubal. “Pero estaba listo para volver a salir. Nunca me voy a sacar yo mismo de un juego.”
De los 28 bateadores que Skubal enfrentó, solo tres lograron sacar la bola del cuadro interno. Ninguno de esos tres llegó en la cuarta entrada cuando Cleveland logró anotar una carrera contra el zurdo dominante. Esa anotación llegó con dos hits internos y una base por bolas, el segundo de esos hits un rodado que anotó al corredor desde segunda base.
El lanzador inicial de Cleveland, Gavin Williams, ponchó a ocho sobre sus seis entradas, y las dos carreras que permitió fueron no merecidas, dos errores que no puedes cometer contra un as como Skubal cuando está inspirado. Estos juegos ajustados son algo típico de la rivalidad entre Tigres y Guardianes.
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“Qué partido increíblemente lanzado pudimos ver,” dijo el mánager de los Guardianes, Stephen Vogt. “Tarik Skubal estuvo excepcional, ponchó a 14. No pudimos hacer nada contra él. Gavin de manera similar.”
El Juego 1, jugado bajo un cielo despejado en un día inusualmente cálido de principios de otoño en el centro de Cleveland, fue algo sacado directamente de 1976. Ambos abridores trabajaron profundo en el juego. Las tres carreras llegaron por la vía del juego pequeño, y ninguna pelota salió del campo.
Los Tigres anotaron la carrera de la ventaja en la séptima con un toque de seguridad perfectamente ejecutado por Zack McKinstry que impulsó a Riley Green. Detroit —que realizó solo cinco toques de sacrificio durante la temporada regular— tuvo dos de ellos en el Juego 1.
“Para cualquiera que sea nuevo en Tigres-Guardianes, así es como se ven,” dijo Hinch. “Como, todos los partidos. Y obviamente, Tarik estableció un tono increíble para nosotros.”
Fue de verdad un juego de otra época dominado por un lanzador inicial de otra época en Skubal, que se vería como un as en cualquier era de las Grandes Ligas.
“Es una bestia,” dijo Hinch. “Y es por lo que muchos lo consideran el mejor lanzador de las grandes ligas.”
Los Guardianes intentarán mantener su temporada con vida en el Juego 2 del miércoles, cuando Casey Mize de Detroit se enfrentará a Tanner Bibee de Cleveland. El ganador de la serie avanzará a la Serie Divisional de la Liga Americana para enfrentarse a los Marineros de Seattle.
Cleveland, que superó un déficit de 15 juegos y medio para vencer a Detroit en la carrera de la División Central de la AL, ha estado, en cierto sentido, jugando partidos de tipo eliminación por algún tiempo.
“Nuestras espaldas han estado contra la pared durante tres meses,” dijo Vogt. “¿Qué es un día más?”