Aunque los 3 euros es una cantidad modesta, los compradores frecuentes de artículos de bajo coste podrían notar un impacto significativo. Crédito de la foto: jamesteohart/Shutterstock
La Unión Europea aplicará un derecho de aduana fijo de 3 euros a los pequeños paquetes importados en la UE, efectivo a partir del 1 de julio de 2026. La decisión, aprobada por los ministros de finanzas de la UE, pretende abordar el creciente volumen de envíos de comercio electrónico que entran en el bloque sin pagar aranceles.
Actualmente, los pequeños paquetes con un valor declarado inferior a 150 euros están exentos de derechos de aduana. Esta exención ha fomentado durante años la compra online de productos baratos en plataformas extracomunitarias, especialmente las radicadas en China, pero ha sido criticada por perjudicar a los vendedores de la UE y complicar el control aduanero. En la última década, el comercio electrónico transfronterizo ha crecido de forma espectacular, con miles de millones de paquetes entrando anualmente libres de aranceles, lo que subraya la necesidad de actualizar la normativa.
El nuevo gravamen es una medida temporal hasta que la reforma aduanera más amplia de la UE, prevista para 2028, elimine por completo la exención y aplique los aranceles estándar a todas las importaciones. La tasa intermedia pretende simplificar la transición y garantizar que los envíos pequeños también contribuyan al control y a una tributación justa.
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Detalles del arancel y su alcance
Cómo se aplicará el cargo de 3 euros
A partir del 1 de julio de 2026, todos los pequeños paquetes que entren en la UE con un valor inferior a 150 euros estarán sujetos a un derecho de aduana de 3 euros, aplicado por paquete a las mercancías enviadas por vendedores registrados en el régimen especial del IVA de importaciones (IOSS) de la UE.
La medida aborda el rápido crecimiento de los paquetes de bajo valor que llegan al mercado europeo. En los últimos años han entrado miles de millones de paquetes libres de aranceles, lo que ha generado desafíos administrativos y ha suscitado preocupaciones sobre fraude, cumplimiento de normas de seguridad y recaudación fiscal.
Los responsables oficiales señalan que el cargo también apoya a los vendedores con base en la UE, garantizando una competencia más equitativa y reduciendo la presión sobre las autoridades aduaneras. Los legisladores esperan que desincentive los pedidos fragmentados y fomente la consolidación de envíos, como combinar varios artículos en un solo paquete para minimizar los costes adicionales.
Las empresas logísticas y los minoristas de la UE ya se están preparando para el cambio ajustando sus sistemas de entrega, actualizando las declaraciones de aduanas e informando a sus clientes sobre los nuevos requisitos.
Reacciones de responsables políticos y grupos empresariales
Apoyos y críticas desde distintos puntos de la UE
Los responsables comerciales de la UE han acogido la medida como una respuesta práctica a la evolución de los patrones de compra online, mientras que algunos grupos empresariales han advertido de que podría desincentivar las compras transfronterizas y añadir complejidad para los pequeños comerciantes. Las asociaciones de minoristas que apoyan a los vendedores de la UE argumentan que el cargo ayuda a reducir las distorsiones del mercado y a proteger el empleo.
El gravamen es temporal y podría revisarse a medida que avance la reforma aduanera más amplia. Se están debatiendo cargos de gestión adicionales para pequeños paquetes, pero aún no se ha alcanzado ningún acuerdo. Los analistas afirman que la medida refleja un equilibrio entre la competencia leal y la minimización de las disrupciones para los consumidores.
Impacto en los consumidores y las compras online
Qué pueden esperar los compradores en la UE
Los consumidores deberán asumir costes más elevados en las compras realizadas en plataformas no comunitarias, especialmente en sitios de bajo coste como AliExpress, Shein o Temu, que antes se beneficiaban de la exención. Muchos podrían decantarse por minoristas con base en la UE o consolidar sus pedidos para reducir los gastos.
Aunque 3 euros es una cantidad modesta, los compradores frecuentes de artículos económicos podrían percibir un impacto notable. Es posible que los vendedores trasladen los costes administrativos o de gestión adicionales, afectando aún más el precio total de la compra. Se prevé que la consolidación de varias compras en un solo envío se convierta en una estrategia habitual para minimizar el coste por artículo.
Cómo puede afectar el arancel a los expatriados en la UE
Consideraciones para residentes no comunitarios y consumidores expatriados
El derecho de aduana es especialmente relevante para los expatriados, que a menudo dependen de plataformas de bajo coste para adquirir artículos no disponibles localmente o para ahorrar dinero. Los paquetes que antes entraban libres de aranceles ahora pueden conllevar costes extra, lo que llevará a muchos expatriados a explorar opciones con vendedores de la UE, mercados locales de segunda mano o importaciones en volumen para reducir la tasa por artículo.
Los expatriados que envíen paquetes al extranjero deben tener en cuenta que podrían aplicarse derechos similares a la inversa al devolver productos o enviar regalos, dependiendo de la normativa del país destinatario. Planificar las compras con cuidado y consolidar los envíos ayudará a minimizar los cargos adicionales.
Puntos clave
- A partir del 1 de julio de 2026, la UE aplicará un derecho de aduana de 3 euros a los pequeños paquetes de valor inferior a 150 euros.
- La medida es un arancel temporal hasta la completa reforma aduanera en 2028.
- Su objetivo es abordar la competencia desleal, el fraude y los problemas de seguridad asociados a las importaciones libres de aranceles.
- Los expatriados y los compradores transfronterizos frecuentes podrían enfrentarse a costes más altos.
- Consolidar los envíos y considerar alternativas dentro de la UE puede ayudar a minimizar los gastos.
Solución temporal previa a la reforma aduanera integral
El derecho de 3 euros representa un paso intermedio práctico para modernizar las aduanas de la UE y garantizar una competencia justa para los negocios locales. Aunque modesto, refleja cambios más amplios en los patrones del comercio internacional y el comercio electrónico. Su impacto dependerá de cómo se adapten los minoristas, las empresas logísticas y los consumidores en los meses previos a su entrada en vigor.
