Vitaly Shevchenko
Editor de Rusia, BBC Monitoring
Na Chasi
Desde el aire, estos parecen exactamente un obús M777, un lanzador de misiles Himars y un vehículo Humvee usado por Ucrania.
En junio del 2023, un video empezó a circular en canales sociales rusos prógüerra, aparentemente mostrando un dron destruyendo un tanque ucraniano en una explosión masiva.
Pero no todo es lo que parece en la guerra entre Rusia y Ucrania.
A ese video le siguió una grabación ucraniana que mostraba a un soldado riendo y señalando los restos quemados y exclamando: "¡Le han dado a mi tanque de madera!"
El tanque en cuestión parece ser una maqueta de madera contrachapada usada por las fuerzas ucranianas para engañar a los rusos.
Es uno de los miles de modelos a escala real de equipo militar usados por ambos bandos para hacer que el enemigo gaste valiosa munición, tiempo y esfuerzo.
Casi cualquier cosa que se ve en el frente de batalla – desde pequeños radares y lanzagranadas hasta jeeps, camiones, tanques y incluso soldados – puede ser falso.
Estas imitaciones pueden venir en paquetes planos, ser inflables, en 2D o crear una ilusión de radar de un tanque reflejando ondas de radio de una manera especial.
En el caso de algunos tipos de armas desplegadas en Ucrania, al menos la mitad son en realidad imitaciones señuelo.
Artillería en paquete plano
Entre los señuelos más populares usados por el ejército ucraniano están los modelos de los obuses M777 de fabricación británica. Se entiende que los aliados occidentales han suministrado a Kiev más de 150 de estas piezas de artillería, muy maniobrables y precisas, apodadas "Tres Ejes" por los soldados ucranianos.
Como con otros tipos de equipamiento, los voluntarios juegan un papel importante en suministrar las maquetas señuelo.
Ruslan Klimenko dice que solo su grupo de voluntarios Na Chasi ha hecho y entregado a las fuerzas ucranianas unos 160 modelos de M777. Lo que los hace tan populares es el hecho de que se montan en el frente en tres minutos, con dos personas y sin herramientas, dice Klimenko. "No importa cuántos entreguemos, todos serán bien usados", le dice a la BBC.
Pavlo Narozhny de otro grupo de voluntarios, llamado Reaktyvna Poshta, dice que en cualquier momento hay entre 10 y 15 señuelos de M777 en producción.
Los señuelos de Reaktyvna Poshta están hechos de madera contrachapada, vienen en paquetes planos y cuestan entre 500 y 600 dólares.
Apate
Los obuses M777 de imitación son particularmente populares entre las tropas ucranianas.
Rusia a menudo los ataca con drones kamikaze Lancet que cuestan unos 35,000 dólares. "Hagan las cuentas", dice el Sr. Narozhny.
Uno de sus señuelos M777, apodado Tolya, ha pasado más de un año en el frente, sobreviviendo a impactos de al menos 14 Lancets, afirma.
Las tropas "siguen recomponiendolo con cinta adhesiva y tornillos, y lo vuelven a mandar al frente", dice el Sr. Narozhny.
Surcos de ruedas y baños
Mucho depende de cómo se desplieguen los señuelos. Para atraer con éxito el fuego enemigo, ayuda recrear fielmente una posición real completa con surcos de ruedas, cajas de munición y baños. Cuando se hace bien, esto puede engañar no solo al enemigo, sino también a oficiales de visita.
"Tuvimos un caso en una brigada donde un comandante de visita fue engañado por un señuelo: Preguntó: ‘¿Quién dio la orden de desplegar artillería? ¿De dónde salieron los M777?’", dice un oficial de la 33.ª Brigada Mecanizada Separada de Ucrania, que usa el indicativo Charisma.
Según él, otra táctica es retirar rápido los cañones reales, como los morteros, después de usarlos y reemplazarlos con señuelos.
"Son ideales para engañar al enemigo y hacer que gasten recursos caros en nada. Funcionan, necesitamos más de ellos", dice.
Back and Alive
Los señuelos inflables – como esta imitación ucraniana del obús Acacia – son ligeros, rápidos y simples de instalar, pero pueden ser destruidos fácilmente.
El arsenal de señuelos de Rusia también es rico y variado.
Alrededor de la mitad de los drones involucrados en los recientes ataques aéreos rusos son en realidad imitaciones baratas, dice el ejército ucraniano.
"Hoy es fifty-fifty. Cincuenta por ciento son drones Shahed reales, y el otro cincuenta por ciento son drones de imitación. Su trabajo es sobrecargar nuestras defensas aéreas y idealmente hacer que usemos un misil contra un dron que cuesta casi nada", dice el portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yuri Ihnat. "A veces es una cosa de madera que parece hecha por unos niños".
Sin embargo, cuando está en el aire, se ve igual que un letal dron Shahed en los radares ucranianos, dice el Coronel Ihnat.
Una empresa rusa, Rusbal, produce imitaciones que incluyen señuelos 2D para engañar a la inteligencia que recoge datos desde el aire o el espacio, señuelos que imitan el calor de los motores o el tráfico de radio de los walkie-talkies de los soldados, y reflectores que engañan los radares enemigos.
Los soldados reales también pueden ser imitados. Voluntarios del movimiento Frente Popular, apoyado por el Kremlin, en Novosibirsk han hecho maniquíes con uniformes militares. Para imitar el calor humano y así engañar a las cámaras térmicas ucranianas, sus torsos están envueltos con cable calefactor bajo la chaqueta.
People’s Front Novosibirsk
Este maniquí de fabricación rusa imita el calor dado por un cuerpo humano.
Pero por supuesto, los señuelos no son una idea nueva en la guerra.
En preparación para los desembarcos del Día D, se estableció un grupo de ejército completamente falso en el Reino Unido, equipado con tanques falsos y aviones señuelo.
Todo era parte de un truco elaborado para ocultar la realidad en el terreno y dar a los Aliados el elemento sorpresa que necesitaban para lanzar su ataque.
La tecnología militar ha mejorado enormemente desde la Segunda Guerra Mundial. Los drones y sistemas no tripulados en el campo de batalla son una innovación mayor en esta guerra, por ejemplo.
Pero no importa qué nuevas armas de destrucción lleguen al campo de batalla, esto demuestra que el subterfugio y el engaño – incluso con algo tan simple como un muñeco inflable – siempre tendrán un papel en la guerra.