Funcionarios de Tailandia y Camboya se reunieron en Malasia para iniciar conversaciones fronterizas, una semana después de que un alto el fuego frágil pusiera fin a cinco días de enfrentamientos mortales entre ambos países.
La reunión del lunes precedió a una cumbre crucial el jueves, la cual se espera sea dirigida por los ministros de defensa tailandés y camboyano.
Estas conversaciones, observadas por representantes de China, Malasia y EE.UU., buscan consolidar los planes para fortalecer la tregua actual y evitar futuros conflictos fronterizos.
Incluirán la definición de detalles para un equipo de monitoreo de la ASEAN, según declaró el lunes el Director de Fuerzas de Defensa de Malasia, Mohd Nizam Jaffar.
Los encuentros en Malasia ocurren tras el peor enfrentamiento entre Tailandia y Camboya en más de una década.
Los choques a lo largo de la extensa y descuidada frontera el mes pasado dejaron al menos 43 muertos, incluidos civiles, y más de 300,000 desplazados, según Reuters.
Las relaciones se deterioraron en mayo cuando un soldado camboyano murió en una escaramuza fronteriza, agravándose luego de que tropas tailandesas sufrieran heridas por minas terrestres en zona en disputa.
Ambas naciones redujeron sus relaciones diplomáticas y estalló la violencia, culpándose mutuamente por iniciarla.
Los recientes combates incluyeron enfrentamientos de infantería, intercambios de artillería, ataques aéreos y lanzamiento de cohetes.
El 28 de julio se anunció un alto el fuego, en parte por presión del presidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió que no habría acuerdos comerciales con Washington sin cesar las hostilidades.
A pesaar de la tregua, las tensiones siguen elevadas y persiste la desconfianza entre ambos bandos.
Camboya acusó a Tailandia de violar el alto el fuego instalando alambre de púas en zonas en disputa, mientras Tailandia sugiere que Camboya reforzó tropas en áreas estratégicas.
Ambos países permitieron el acceso de observadores extranjeros a las zonas de conflicto, buscando evidenciar los daños atribuidos al otro.
Se acusan mutuamente de violar leyes humanitarias internacionales al atacar civiles.
Phnom Penh exige la liberación de 18 soldados capturados, mientras Bangkok condiciona su liberación a “un cese definitivo del conflicto armado, no solo un alto al fuego”.
El viernes, Tailandia devolvió a dos soldados camboyanos heridos por un paso fronterizo entre Surin (Tailandia) y Oddar Meanchey (Camboya).
Disputan cómo fueron capturados: Camboya afirma que se acercaron para saludar posconflicto, versión rechazada por Tailandia.