Bangkok — Tailandia anunció que ha pausado indefinidamente la implementación del alto al fuego mediado por Estados Unidos, hasta que Camboya pida disculpas por una explosión de una mina terrestre que hirió a cuatro soldados tailandeses en su frontera.
El Primer Ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, visitó a los tropas heridos en la frontera este martes. Mientras tanto, el ejército tailandés acusó a Camboya de colocar nuevas minas, lo que viola el acuerdo de tregua que ambos países firmaron el mes pasado.
Las disputas territoriales entre estos vecinos del sudeste asiático llevaron a cinco días de combates a finales de julio, donde murieron docenas de soldados y civiles. Otras personas han resultado heridas por explosiones de minas antes y después de los combates de julio, y las tensiones han continuado a pesar de la tregua.
El ejército tailandés informó que un soldado perdió su pie derecho tras pisar una mina mientras patrullaba la frontera en la provincia de Sisaket. Los otros tres sufrieron heridas leves. Camboya negó toda responsabilidad.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Tailandia, Nikorndej Balankura, dijo este martes que el incidente muestra la “total falta de sinceridad” de Camboya.
Exigió que Camboya se disculpe, realice una investigación exhaustiva e implemente medidas para evitar otra explosión. Tailandia también declaró que pospondría indefinidamente la liberación de los 18 soldados camboyanos capturados desde el conflicto de julio.
Nikorndej afirmó que la situación no debería escalar si Camboya hace un esfuerzo sincero por cumplir las condiciones.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata, dijo que la explosión fue causada por “restos de conflictos pasados” y pidió a las tropas tailandesas evitar patrullar en zonas con viejos campos minados.
Ella aseguró que Camboya “mantiene su compromiso de trabajar estrechamente con Tailandia para promover la paz y la estabilidad entre los dos países, especialmente para garantizar la seguridad de los civiles.”
Según los términos de la tregua, Tailandia acordó liberar a los soldados camboyanos y ambas partes deben comenzar a retirar las armas pesadas y las minas terrestres de la zona fronteriza. Los países dijeron que ya ha habido cierto progreso en la retirada de armas.
Malasia actuó como mediador inicial del alto al fuego. Luego, el presidente Trump amenazó con retirar los privilegios comerciales a Camboya y Tailandia, y el acuerdo fue firmado durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en octubre.
Matthew Wheeler, analista principal para el sudeste asiático del International Crisis Group, con sede en Bélgica, opinó que era “predecible que el acuerdo se rompiera, porque claramente se concluyó para aplacar al presidente Trump en temas ajenos al conflicto, específicamente el comercio y su deseo de ser visto como un pacificador.”
Este conflicto es uno de los aproximadamente ocho que el Sr. Trump afirma haber terminado, mientras repite frecuentemente que merece un Premio Nobel de la Paz.
Wheeler también dijo que el fuerte sentimiento nacionalista en Tailandia ha dificultado que el gobierno resuelva el conflicto mediante un enfoque conciliador.