Calpe, el corazón expatriado de la Costa Blanca, alcanza un hito.
La primera vez que visité Calpe, tuve la convicción de haber arribado al país equivocado. No fue el sol lo que me confundió, ni siquiera el Peñón de Ifach erguido sobre la bahía como un guardián colosal – fueron las voces. Del hilo de una panadería flotaba el inglés; de un café cercano, el neerlandés; … Leer más