Sydney Sweeney: boxeo, cambios físicos y su don para la polémica

La transformación de Sydney Sweeney en Christy Martin implicó mucho sudor y sangre, pero pocas lagrimas. La película biográfica de David Michôd sobre esta boxeadora pionera, quien popularizó el boxeo femenino en Estados Unidos a mediados de los años 90, dedica gran parte de su metraje a recrear sus peleas reales. Y ella no siempre gana.

Al salir de la proyección, me pregunté si realmente había visto a Sweeney –cuya carrera actoral, sus astutos proyectos comerciales y sus contribuciones involuntarias a las polémicas en línea la han convertido en una de las mujeres más famosas del mundo– recibiendo golpes brutales y repetidos en la cabeza. Y efectivamente, así fue.

“¡Oh sí, todo fue real! En cada pelea que vez, nos golpeábamos de verdad”, dice la actriz de 28 años con alegría. “Tuve conmociones cerebrales, hubo narices sangrando”. ¿Le dieron miedo las conmociones? “¡No, me encantó! La mujer que interpretó a Laila Ali” –la hija de Muhammad Ali, quien venció a Martin por knockout en 2003– “es una boxeadora profesional real. Está en la fuerza aérea y pelea para el Equipo USA – golpeaba fuerte y era muy, muy real. Fue ella quien me causó la conmoción cerebral”. Sweeney sintió que realmente “se convirtió en una luchadora. Era una sensación increíble. Entre tomas, yo decía: ‘¡Creo que gané esa ronda!'”

En el ring, Sweeney básicamente tuvo libertad, separada del resto de la producción. Pero para aumentar su masa muscular –ganó más de 15 kilos para igualar el peso de Martin de “61 a 62 kg”– tuvo un compañero. En el set, Sweeney amablemente compartía su merienda calórica favorita, los Uncrustables, con su coestrella Ben Foster. Él también consumió “muchos burritos” para parecerse más al esposo y mánager de Martin, Jim. Y funcionó. “Creo que en la segunda semana, Syd se acercó y comenzó a tocarme la papada”, recuerda Foster. “Ella dijo: ‘Ese efecto especial se ve muy bien’. Y yo le dije: ‘Eso no es un efecto’. ¡Fue un triunfo!”.

Foster y Sweeney están sentados juntos en una habitación de hotel con vista al Támesis; están en la ciudad para el estreno en el festival de cine de Londres. Al final del pasillo están los dos reflexivos y tranquilos australios: Michôd y su co-guionista Mirrah Foulkes.

La transformación física de Sweeney podría ser lo más llamativo de ‘Christy’, pero en el fondo, la película es un documento serio sobre una relación abusiva. Para Michôd, lo más interesante fue “la oportunidad de explorar cómo funcionan estas relaciones de control coercitivo. Yo era de esos que no entendía por qué ella no lo dejaba”.

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Las semillas de la película las sembró el socio de Michôd, quien le informó que los derechos de la vida de Martin estaban disponibles. Su primera pregunta fue: “¿Quién es Christy Martin?”. Una vez que el director conoció su impactante historia, se reunió con Martin y se dio cuenta de lo compelling y complejo que era su personaje.

La verdadera Martin –que ahora usa su apellido de soltera, Salters– terminó involucrada en la película, aunque al principio no estaba convencida. Habiendo experimentado “un mundo de mafiosos y estafadores [en el boxeo], creo que tenía las mismas sospechas hacia Hollywood”, dice Michôd. Poco a poco, él y Foulkes ganaron su confianza. Luego buscaron una estrella.

Las opciones eran limitadas. “Obviamente existen las realidades comerciales de necesitar a alguien con gran estatura social”, dice Michôd. “Necesitábamos a alguien de la edad correcta, con una fisicalidad particular y con hambre de hacerlo”. ¿Cómo supo que Sweeney tenía la actitud correcta? “Se nota. Estaba en una videollamada con ella y noté que lo deseaba muchísimo. Puedes sentir esa energía en una persona”.

Cuando Sweeney recibió el guion por primera vez, tampoco sabía quién era Christy. Pero pronto se dio cuenta de que “en muchos niveles, entendía y me podía identificar con Christy. Ella tiene su lucha dentro y fuera del ring, y yo lucho dentro de mi propio ring y fuera de él. Ser incomprendida. Relaciones complicadas. Crecer como mujer. Tallar nuestros propios caminos y descubrir quiénes somos”.

Para interpretar a Christy, Sweeney logra un equilibrio muy delicado. Al principio, esta chica de un pueblo pequeño de West Virginia es fuerte pero totalmente simpática. En los años siguientes, descubre su talento para el boxeo, conoce y se casa con Jim –a pesar de encontrarle claramente desagradable– y se abre camino hasta la cima de su deporte. Finalmente, firma con el famoso promotor Don King y se convierte en una verdadera celebridad. Participa en programas de entrevistas, sale en la portada de Sports Illustrated (con el titular: ‘La Señora Es una Campeona’) y casi por sí sola lleva el boxeo femenino al gran público. Nunca dejamos de animarla, aunque su personaje público es un bicho raro y desagradable. Ahora, de vuelta en el armario, hace comentarios sobre que otras boxeadoras son “bolleras” y se burla de ellas cuando tambalean en el ring derrotadas. Mientras, aparece en televisión diciendo ser una ama de casa tradicional que se niega rotundamente a apoyar a otras mujeres en este deporte.

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Sweeney ha tenido su buena parte de prensa negativa, especialmente el reciente escándalo sobre su anuncio de American Eagle, cuyo eslogan algunos interpretaron como un guiño a la supremacía blanca. En 2022, enfrentó una polémica similar cuando salieron fotos de invitados con gorras de estilo MAGA en el 60º cumpleaños de su madre. ¿Qué opina ella de esto? “Creo que lo interesante es que yo siempre soy yo misma. Siempre soy simplemente yo. Pero es lo que otra gente proyecta sobre mí lo que no puedo controlar. Como tú vas a escribir este artículo… Entonces la gente lo leerá y tendrá su propia percepción. Así que intento ser lo más yo posible, pero siempre es a través de la mirada de los demás.”

Sin embargo, Christy no está siendo ella misma. Foulkes atribuye su agresiva y regresiva personalidad a “esa combinación de muy malas influencias [en el mundo del boxeo] y también un gran grado de auto-desprecio que se unieron para crear a alguien que era realmente bastante cruel”. Sweeney ve el aparente rechazo de Martin al feminismo y su adopción de valores tradicionales de manera un poco diferente. “No creo que sea anti-feminista, es que ella no estaba allí para ser un títere de un movimiento. Estaba allí para perseguir algo que amaba. Y en lo que se convierte para los demás – el modelo a seguir que representa – ese no es su objetivo final”. Sobre su actitud aislacionista, “en el boxeo, es un deporte individual, no es un deporte de equipo. Así que no es como una gran comunidad de luchadores que pelean juntos”, dice, con la absoluta determinación que caracteriza toda su conversación.

Sweeney no ha boxeado desde que terminó de grabar ‘Christy’. Siete semanas después, comenzó a filmar su próximo proyecto – la tan esperada tercera temporada de ‘Euphoria’ de HBO – “así que tuve que parar todo y perder todo el peso”. Como Christy, Sweeney se sintió “la versión más fuerte y llena de vida de mí misma”. ¿Fue difícil volver a su forma física anterior? “Fue definitivamente un desafío mental y casi una abstinencia física al dejar de entrenar tanto, fue como una extraña bajada de serotonina.”

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Como película, ‘Christy’ también es un ejercicio en extraños cambios de humor, pasando de una biografía deportiva conmovedora a algo más cercano al cine de terror, a medida que los malos tratos de Jim a Christy escalan hacia una depravación casi inverosímil. ¿Cómo logró Foster – que es espectacularmente escalofriante en el papel – conectar con Jim, un hombre con pocas cualidades redentoras?

La obsesión de Jim por controlar a Christy “sobre el papel es algo por lo que es difícil sentir compasión”, dice el actor. “Así que supongo que, intentando resumir: hay muchos matones en el mundo ahora mismo. Y la forma en que controlan a una persona o a una sociedad – o intentan hacerlo – [prueba] que son muy frágiles y muy inseguros”. Los “crecientes actos de control” de Jim, piensa Foster, eran una forma de “protegerse a sí mismo”. Para Michôd, la clave para Jim fue identificar “ese trauma profundamente arraigado en tantos de estos hombres”. Foulkes consideró “importante encontrar la manera de humanizar a Jim sin justificar acciones horribles y por eso creo que la interpretación de Ben está muy bellamente matizada, porque logra mostrar algunos momentos de humanidad en Jim, e incluso encanto y fragilidad”.

Al terminar un día de rodaje, a Foster le resultaba extremadamente difícil desprenderse psicológicamente del abuso de Jim. El material no pesó tanto en Sweeney. “Soy capaz de encenderlo y apagarlo muy fácilmente”, dice sobre su habilidad para no seguir pensando en el perturbador argumento cuando las cámaras paran. Lo que no significa que no tuviera una conexión emocional con el material. Cuando menciono el rumor de los Óscar generado en el circuito de festivales, ella inmediatamente lo desvía. “Es decir, me siento increíblemente honrada de que la gente hable así. Pero siempre he dicho que hice esto por Christy. Para mí, lo único que importaba era que ella estuviera contenta con la película y que la gente pudiera ver su historia”.

‘Christy’ se estrena en cines del Reino Unido e Irlanda el 28 de noviembre. Ya está disponible en EE. UU. y se estrena en Australia el 8 de enero.