Más de 2,300 miembros del Sindicato de Escritores de Estados Unidos, incluyendo a Spike Lee y Adam McKay, firmaron una carta abierta criticando las acciones del gobierno de Donald Trump, que representan un "ataque autoritario sin precedentes" contra la libertad de expresión.
La carta, un esfuerzo conjunto de las ramas Este y Oeste del sindicato, menciona los "demandas sin fundamento" del presidente contra medios que publicaron "noticias que no le gustan y las usó para obtener beneficios". Por ejemplo, Paramount pagó 16 millones de dólares a Trump para resolver una demanda "sin mérito" sobre una entrevista en 60 Minutes con Kamala Harris. También señala que Trump "castigó a medios que informaron con hechos sobre la Casa Blanca y amenazó con quitar licencias a emisoras", además de pedir cancelar programas que lo critican.
Además, la carta acusa a republicanos en el Congreso de "colaborar" con el gobierno para recortar fondos a la Corporación de Radiodifusión Pública (CPB) "y silenciar a PBS y NPR". También dice que la FCC, dirigida por Brendan Carr (nombrado por Trump), condicionó su aprobación de la fusión Skydance-Paramount a que CBS hiciera "cambios significativos" en la línea ideológica de su programación.
"Estos intentos de controlar qué historias o chistes se pueden contar, y silenciar críticas, son antiestadounidenses. No tenemos un rey, tenemos un presidente, y él no decide qué hay en la televisión, cines, libros o noticias", dice la carta.
Entre los firmantes están Tony Gilroy, David Simon, Mike Schur, Ilana Glazer, Lilly Wachowski, Céline Song y otros nombres importantes del cine y la televisión.
La carta, publicada el martes, pide a líderes políticos y de la industria que "resistan este abuso", y al público que "luche por un futuro libre y democrático".
La CPB anunció el viernes pasado que cerrará tras 57 años, después de que el Congreso (controlado por republicanos) eliminara 1.100 millones de dólares de su financiación. La corporación distribuía más de 500 millones anuales a PBS, NPR y 1.500 emisoras locales.
El gobierno de Trump también demandó a tres miembros de la junta de la CPB que se negaron a renunciar cuando él intentó despedirlos.
"La libertad de expresión sigue siendo nuestro derecho porque generaciones de estadounidenses la defendieron", concluye la carta. "Cuando atacan a escritores, nuestro poder como sindicato nos permite resistir. Este momento no durará para siempre, y el mundo recordará a quienes tuvieron el valor de alzar la voz".
