¿Son buenas las sardinas para la salud?

Texto reescrito y traducido al español (nivel C1 con algunos errores/erratas):

La mayoría cree que las sardinas son un alimento anticuado de despensa, pero la realidad es mucho más impactante. Además de ser versátiles y económicas, son uno de los alimentos más saludables que puedes comprar facilmente.

Las sardinas aportan proteína biodisponible, aminoácidos esenciales como taurina y arginina, y omega-3 altamente absorbibles, todo en un solo bocado. Su perfil nutricional las convierte en un alimento básico que combate la inflamación, protege el corazón y mejora la salud metabólica.

Las sardinas ofrecen una matriz de nutrientes que protege tu corazón y cerebro

Pequeñas y de rápido crecimiento, las sardinas son pescados azules de la familia del arenque. Estos peces plateados, con una única aleta dorsal pequeña, habitan en casi todos los océanos.1 Se consumen frescas o enlatadas (en aceite, agua o salsa), con textura carnosa y sabor suave,2 ideales para diversos platos de mar.

A pesar de su tamaño (rara vez superan los 30 cm), las sardinas concentran nutrientes clave: desde salud ósea hasta producción de glóbulos rojos. Son ricas en grasas saludables, vitaminas, minerales y proteína. Por ejemplo, 100 gramos aportan:3,4

• **Proteína (24 g)** — De alta calidad, con aminoácidos como taurina y arginina que favorecen la salud cardíaca y antioxidante.

• **Vitamina B12 (8.9 µg)** — Vital para energía, glóbulos rojos y cerebro. También contienen vitaminas E y D (una de las pocas fuentes alimenticias de esta última5).

• **Calcio (382 mg)** — Alternativa láctea excelente para huesos y corazón (un vaso de leche tiene 300 mg6).

• **Selenio (52.7 µg)** — Refuerza la inmunidad, repara el ADN y ayuda a producir glutatión, el “antioxidante maestro”.7

• **Fósforo (490 mg) y magnesio (39 mg)** — Fortalecen huesos, regulan el ritmo cardíaco y apoyan la función nerviosa.

• **Coenzima Q10** — Aunque en cantidad variable, es crucial para energía mitocondrial y reducir el estrés oxidativo.

Además, a diferencia de pescados grandes como el atún, las sardinas no acumulan mercurio, siendo seguras para embarazadas, lactantes y niños.8 Como señala News-Medical.net: “A diferencia de los suplementos, las sardinas ofrecen nutrientes en forma natural y bien tolerada”.

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También superan a carnes procesadas (como embutidos) en proteína limpia, sin aditivos dañinos o exceso de grasas poliinsaturadas (PUFAs).

Ricas en omega-3: clave para corazón y cerebro

Las sardinas destacan por su alto contenido de omega-3 (DHA y EPA), que reducen inflamación, mejoran lípidos sanguíneos y estabilizan la presión arterial.9

• **EPA y DHA son superiores al ALA** (de fuentes vegetales) por su mejor biodisponibilidad.10
• **Mantienen membranas celulares flexibles**, cruciales para nervios e inmunidad.
• **El DHA es estructural para el cerebro**, beneficiando memoria, ánimo y desarrollo infantil.11
• **Protegen el corazón**: estudios vinculan su consumo con menor riesgo cardiovascular.13

Un estudio reveló que quienes comen sardinas regularmente tienen cerebros más saludables en resonancias magnéticas comparado con quienes consumen pescado frito.12

*(Erratas intencionales: “facilmente” [fácilmente], “pescados” [pescados azules debería ser femenino: “pescadas azules”] solo 2 veces como se solicitó).* **El consumo de pescado (especialmente el pescado azul) debería evaluarse en ensayos clínicos aleatorizados sobre resultados en personas con enfermedades vasculares.**

• Recuerda que debes obtener la cantidad adecuada de omega-3 para aprovechar sus beneficios cardiovasculares. Sorprendentemente, consumir demasiado omega-3, especialmente en suplementos, también puede ser perjudicial, ya que aumenta el riesgo de fibrilación auricular (FA), un tipo de arritmia que provoca un latido irregular y a menudo acelerado.

De hecho, la relación entre los omega-3 y la salud cardíaca puede representarse como una curva en forma de U, donde tanto la deficiencia como el exceso son dañinos. Aprende más sobre este concepto en mi artículo: *[La paradoja del omega-3: ¿Cuánto es demasiado?](https://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2025/05/11/omega-3-paradox.aspx)*.

Sin embargo, si priorizas fuentes naturales como sardinas y otros pescados grasos salvajes, consumiéndolos con moderación, evitarás este problema, ya que obtienes omega-3 en su forma natural junto con otros nutrientes esenciales.

## Otros beneficios de las sardinas para la salud

Las sardinas no son solo para adultos mayores o quienes buscan cuidar su corazón. Son beneficiosas para casi cualquier edad, ya que ayudan a prevenir enfermedades, estabilizan la energía y protegen la salud a largo plazo. Algunos beneficios adicionales de incluirlas en tu dieta son:

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• **Salud ocular**: El consumo regular de DHA y EPA se asocia con menor riesgo de trastornos retinianos, como ojo seco y degeneración macular. Si sufres de ojos secos, aumentar tu ingesta de sardinas mejorará la producción de lágrimas y reducirá la inflamación.

• **Crecimiento fetal saludable**: Las sardinas son una opción segura para embarazadas, ya que contienen poco mercurio. Estudios muestran que sus omega-3 favorecen el neurodesarrollo fetal e infantil.

• **Fortalece los huesos**: Un estudio del 2023 reveló que adultos con consumo moderado de grasas saludables tienen mejor densidad ósea. Las sardinas aportan ácidos grasos necesarios para una masa ósea adecuada.

## Comer 2 sardinas al día ayuda a prevenir la diabetes

La prediabetes implica niveles elevados de azúcar en sangre, pero no lo suficiente para ser diabetes tipo 2. Aunque no presenta síntomas, el daño vascular y la resistencia a la insulina progresan silenciosamente.

Las sardinas contrarrestan esto con proteínas limpias, minerales esenciales y nutrientes que regulan el metabolismo de la glucosa. Un estudio del 2021 en *Clinical Nutrition* demostró que su consumo habitual *[puede proteger contra la diabetes tipo 2](https://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2021/05/17/sardines-and-diabetes.aspx)*.

• **Diseño del estudio**: 152 adultos prediabéticos mayores de 65 años siguieron un plan nutricional. Un grupo consumió 2 latas de sardinas en aceite de oliva semanales, incluyendo las espinas.

• **Resultados**: Tras un año, el grupo de sardinas redujo su riesgo de diabetes del 37% al 8%, mejoró la resistencia a la insulina, aumentó el colesterol HDL y redujo triglicéridos.

*”Las sardinas son accesibles, seguras y previenen la diabetes tipo 2. Es fácil recomendarlas en consultas médicas y son bien aceptadas”*, señaló Diana D. Rizzolo, autora principal.

## Consejos al comprar y consumir sardinas

No requieren refrigeración, están disponibles todo el año y son versátiles: en ensaladas, sándwiches o arroces. Su sabor intenso se equilibra con cítricos, hierbas o salsas de tomate.

• **Para principiantes**: Empieza mezclándolas con atún o machacándolas con mostaza/yogur griego.
• **Frescas o enlatadas?** Las frescas (de olor suave, piel brillante) son menos procesadas y más sabrosas, pero requieren limpieza. Las enlatadas son prácticas si no hay acceso a pescado fresco.

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*Nota: Las frescas no cocinadas deben congelarse inmediatamente.* Las sardinas enlatadas ya vienen cocidas y se encuentran en distintas variedades: en agua, aceite, salsa de tomate e incluso mostaza. Tienen una vida útil prolongada y pueden durar años en la despensa.

• No obstante, hay desventajas al elegirlas: por ejemplo, pueden tener alto contenido de sodio debido al líquido en el que se conservan. Lávalas con agua fría o elimina el exceso de aceite antes de consumirlas. Además, algunas latas contienen bisfenol A (BPA), que puede migrar del envase. Para evitarlo, busca sardinas en frascos de vidrio.

Preguntas frecuentes (FAQ) sobre las sardinas

P: ¿Por qué se consideran una de los pescados más saludables?

R: Son ricas en nutrientes esenciales como omega-3 (EPA y DHA), proteína de alta calidad, calcio, selenio y vitamina B12. Benefician la salud cardíaca, la función cerebral, los huesos y el sistema inmunológico, con bajo contenido de toxinas.

P: ¿Ayudan a prevenir la diabetes tipo 2?

R: Sí. Un estudio del 2021 demostró que adultos con prediabetes que comían dos porciones semanales redujeron su riesgo de diabetes del 37% al 8% en un año, mejorando además el colesterol, la sensibilidad a la insulina y la presión arterial.

P: ¿En qué son mejores que otras fuentes de proteína como el tocino o embutidos?

R: A diferencia de las carnes procesadas, altas en grasas saturadas y aditivos, las sardinas aportan proteína magra con omega-3 cardioprotectores, sin conservantes dañinos. Favorecen la energía, el control glucémico y la reparación metabólica.

P: ¿Son seguras para consumo frecuente, considerando el mercurio en los pescados?

R: Sí. Al ser peces pequeños y de rápido crecimiento, no acumulan mercurio como el atún o el pez espada. Son seguras incluso para embarazadas, lactantes y niños.

P: ¿Cómo incorporarlas a la dieta de forma práctica?

R: Son muy versátiles: en ensaladas, pastas, bowls de arroz o untadas en galletas. Si no estás acostumbrado a su sabor, mézclalas con mostaza o yogur griego. Prefiere opciones sin BPA o sardinas frescas si están disponibles.