El presidente de la asociación de agencias de viajes de Baleares, Pedro Fiol, afirma que existe actualmente un “diluvio” de *sobreventa de asientos por parte de las aerolíneas. Explica que, si bien el *sobreventa siempre ha existido, no se había dado en la magnitud actual.
Esto es especialmente evidente en aeropuertos con un alto volumen de vuelos que acogen el descuento para residentes. Según Fiol, una de las razones principales de esta situación es la ingente deuda que el Gobierno de España mantiene con las aerolíneas. “Estas tienen que asumir el déficit, por lo que intentan maximizar el beneficio de cada asiento disponible.” La Asociación de Líneas Aéreas de España estima esta deuda en alrededor de 300 millones de euros.
La subvención del 75% del gobierno, cuando finalmente se abona a las aerolíneas, es únicamente si los pasajeros han viajado efectivamente. Se realizan reservas para vuelos que luego no se utilizan; las aerolíneas solo perciben el 25% del precio. Fiol señala que “para evitar pérdidas, muchas compañías venden más plazas de las disponibles”. La única aerolínea que no suele practicar la sobreventa, apunta, es Ryanair, dadas sus exigentes políticas de obtención de tarjetas de embarque.
Fiol acepta que la sobreventa no es ilegal, pero advierte de que “compromete gravemente la conectividad de nuestras islas”. Cuando se produce una sobreventa, la aerolínea está obligada a ofrecer a los pasajeros un reembolso, un vuelo alternativo o un cambio en las fechas de viaje originales.
“Cualquiera que sea el escenario, la indemnización máxima para vuelos a la península es de 250 euros, además de los gastos derivados de la cancelación si la aerolínea no presta los servicios de asistencia establecidos por la normativa de la UE. Si el vuelo alternativo arriba a la península en un plazo de dos horas respecto a la hora de aterrizaje originalmente reservada, esta cantidad de 250 euros puede reducirse a la mitad.”
Subraya que es esencial obtener las tarjetas de embarque tan pronto como sea posible, pero puntualiza que algunas aerolíneas solo permiten a los pasajeros obtener sus pases de embarque con 24 o 48 horas de antelación.