Siria se integrará a la coalición para derrotar al Estado Islámico tras reunión con Trump.

Siria se unirá a la coalición internacional para combatir al Estado Islámico, lo que marca un cambio en la política exterior estadounidense en el Medio Oriente, según confirmó un alto funcionario de la administración Trump a la CBS, el socio mediático estadounidense de la BBC.

El anuncio se produjo cuando el presidente Donald Trump se reunió con el presidente sirio Ahmed al-Sharaa en la Casa Blanca; es la primera vez en la historia que un líder sirio realiza una visita así.

Las relaciones diplomáticas entre Siria y Estados Unidos estaban suspendidas desde 2012, aunque Trump ha tomado medidas para restaurarlas después de la caída del régimen de Bashar al-Assad.

Trump ha expresado su apoyo por al-Sharaa, quien hasta hace poco era considerado terrorista por el gobierno estadounidense.

Hablando con periodistas en el Despacho Oval varias horas después de la reunión, Trump dijo que “queremos ver a Siria convertirse en un país muy exitoso.”

“Y creo que este líder puede lograrlo,” añadió. “De verdad lo creo.”

Trump dijo que se esperan más “anuncios” pronto, aunque no dio detalles.

Esta es la tercera reunión entre los dos líderes, después de una en mayo en el marco del Consejo de Cooperación del Golfo y una cena durante la Asamblea General de la ONU en septiembre.

La visita de Al-Sharaa a la Casa Blanca corona una notable reinvención para el ex jihadista.

No hace mucho tiempo, él lideraba una rama de Al-Qaeda, el grupo responsable de los ataques del 11 de septiembre y muchos otros, antes de cortar lazos.

Incluso hasta este año, era el líder de Hayat Tahrir al-Sham, un grupo armado islamista que Estados Unidos consideraba oficialmente una organización terrorista hasta hace cuatro meses, con una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.

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El Departamento del Tesoro eliminó a al-Sharaa de su “lista de terroristas globales designados” recién la semana pasada.

Pero desde que se convirtió en presidente interino de Siria, al-Sharaa ha trabajado para suavizar su imagen pública mientras intenta reconstruir Siria, con apoyo extranjero, después de 13 años de guerra.

“Él ha tenido un pasado difícil,” dijo Trump el lunes. “Y creo que, francamente, si no tuvieras un pasado difícil, no tendrías oportunidad.”

Sin embargo, el gobierno de Al-Sharaa ha sido empañado por los asesinatos de miembros de la minoría alauita en Siria, así como por la violencia mortal entre combatientes beduinos suníes y milicias drusas.

Él ha prometido eliminar a los miembros de sus fuerzas de seguridad que han cometido violaciones de los derechos humanos.

Trump, por su parte, ha expresado repetidamente su apoyo por al-Sharaa, refiriéndose a él como un “chico joven y atractivo” y un “luchador” con un “fuerte pasado.”

En junio, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva levantando las sanciones contra Siria, lo que según la Casa Blanca ayudaría a apoyar el “camino del país hacia la estabilidad y la paz.”

En ese momento, la administración dijo que monitorizaría las acciones del nuevo gobierno sirio, incluyendo “dar pasos hacia la normalización de relaciones con Israel” y abordar la presencia de “terroristas extranjeros” y grupos militantes que operan en el país.