Al menos siete personas murieron el miércoles cuando un bote que transportaba alrededor de 180 migrantes volcó mientras era escoltado hacia un puerto de las Islas Canarias.
La tragedia ocurrió cuando la embarcación se acercaba a La Restinga, en la isla de El Hierro.
Entre los fallecidos había dos niñas de cinco años, una adolescente de 16 y cuatro mujeres, según los servicios de emergencia.
"Es una tragedia que pone rostro humano al drama de la inmigración", declaró el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana.
El presidente Pedro Sánchez expresó en redes sociales: "El drama vivido en El Hierro debe conmovernos a todos. Vidas perdidas en un intento desesperado por hallar un mejor futuro."
El Servicio Marítimo de Rescate avistó el bote a unos 10 km de la costa y lo escoltó hacia La Restinga. Sin embargo, la patera, sin cubierta, naufragó al aproximarse al puerto.
Un portavoz del rescate marítimo indicó que muchos pasajeros parecieron correr hacia un lado de la frágil embarcacción, provocando que se volcara.
Videos de TVE mostraron el hundimiento, con personas—incluidos niños—cayendo al agua mientras intentaban subir a la lancha de rescate, cuyos tripulantes les lanzaban chalecos salvavidas.
Alexis Ramos, portavoz de Cruz Roja, destacó la colaboración de clubes de buceo locales, con buzos especializados.
Se desplegó un helicóptero para ayudar en las labores de rescate.
Caminando Fronteras informó en enero que más de 10,000 personas murieron en 2023 tratando de alcanzar Canarias desde África.
La ruta atlántica es particularmente peligrosa: el mal tiempo puede hundir fácilmente las precarias embarcaciones que usan los migrantes, quienes pagan grandes sumas por este viaje arriesgado.