Al venir a España, ya sea como turista o como parte de un nuevo rumbo radical y positivo en tu vida, no existe ningún curso de inducción.
Nadie te dice: “¡Dios mío! ¿Eres de ese país? Déjame decirte lo que no puedes hacer en España”. Legalmente, se espera que hayas leído y digerido cada una de las leyes del BOE (Boletín Oficial del Estado) y que las tengas memorizadas. Nadie lo ha hecho, por supuesto, pero existen numerosas diferencias que los extranjeros en España desconocen y que deberían conocer.
Lidiar con las rotondas españolas es una de las situaciones que más frustra a los conductores, tanto como a los agentes de la Guardia Civil que terminan alzando la voz ante los indefensos conductores foráneos. Pero ese es un tema que ya hemos tratado en el Euro Weekly News. He aquí otros siete que, al parecer, mucha gente aún no ha descubierto:
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1. La obligatoriedad de portar identificación: Tu pasaporte no es opcional
En España, cualquier persona, ya sean nativos, expatriados (“extranjeros” si se prefiere) o turistas, debe llevar consigo en todo momento en espacios públicos una identificación fotográfica válida, como el pasaporte. Según la ley nacional, la policía puede solicitar identificación en cualquier instante, y el no presentarla puede conllevar una multa de hasta 600 euros o incluso una detención temporal hasta que se verifique tu identidad. A diferencia del Reino Unido o EE. UU., donde llevar identificación es en gran medida opcional, la policía española se toma esto muy en serio. La turista británica Emma Ward lo aprendió de la manera dura en Málaga el verano pasado: “Dejé mi pasaporte en la caja fuerte del hotel cuando fuimos a la playa, y un control policial rutinario se convirtió en un trance estresante de dos horas”. Y no le creas a quien te diga que una fotocopia vale. Legalmente, no es así.
2. Tolerancia cero al volante: Ni siquiera está permitido un sorbo
Las carreteras españolas no son lugar para una copa de vino tras la paella. Los límites actuales de alcohol dependen del peso corporal, pero para ponerlo en términos comprensibles, digamos que un dedal de vino podría ser aceptable, pero nada más. Muchos han criticado el límite por ser demasiado estricto, ya que hasta el enjuague bucal podría registrar “positivo”. Conducir bajo los efectos de las drogas es un delito grave con tolerancia cero, y acarrea multas de hasta 1000 euros, pérdida de puntos en el carnet, o incluso prisión. Los controles aleatorios en carretera son frecuentes, a diferencia de otros países donde son menos habituales. Consejo: Si vas a conducir, prescinde por completo del alcohol y ten precaución con medicamentos que puedan afectar a tu sobriedad.
3. Ley de orden público: Modera tus formas con la policía
La ley española de “Seguridad Ciudadana”, comúnmente denominada “Ley Mordaza” por sus críticos, impone normas estrictas de conducta pública. Mostrar “falta de respeto” o “desobediencia” a los agentes de policía puede resultar en multas de entre 100 y 30.000 euros, dependiendo de la infracción. Las protestas no autorizadas cerca de edificios gubernamentales, por ejemplo contra los paseos en burro, pueden conllevar sanciones de hasta 600.000 euros en casos extremos.
4. Leyes de fotografía y privacidad: Dispara con cautela
Capturar la belleza de España es una obligación, pero las leyes nacionales de privacidad pueden convertir una foto inocente en una pesadilla legal. Según la Ley Orgánica 1/1982, tomar o compartir imágenes de personas sin su consentimiento, especialmente en entornos privados o que involucren a menores, puede derivar en multas o demandas. Por este motivo, muchos municipios han prohibido el uso de drones al público general, debido al riesgo de grabar a alguien sin su conocimiento o aprobación. Fotografiar a la policía, instalaciones militares o edificios gubernamentales también está restringido por las leyes de seguridad, con penalizaciones de hasta 30.000 euros. Curiosamente, sí está permitido grabar audio de cualquier persona con la que te cruces, siempre que no sea una conversación privada ajena.
5. Leyes de protección ambiental: Deja la playa como la encontraste
La Ley 42/2007 sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad protege los tesoros naturales de España, y los turistas pueden infringirla inadvertidamente. Extraer arena o conchas de las playas, o flores de bosques o parques nacionales es ilegal, con multas de hasta 3000 euros, con el fin de preservar los ecosistemas.
6. Fumar al volante: De momento es legal, pero…
A diferencia de muchos otros países europeos, fumar un cigarrillo conduciendo aún es legal, incluso con niños en el coche. Sin embargo, si vas a hacerlo, ten presente un par de cosas: si sacudes la ceniza o arrojas la colilla por la ventanilla, prepárate para que todo el peso de la ley española caiga sobre ti. Incluso con las ventanillas subidas, la Guardia Civil podría ponerse a tu lado, reducir la velocidad y simplemente esperar a que golpees la ceniza en el cenicero. En el momento en que sueltas el volante para hacerlo, se te puede considerar en violación de una ley que estipula que debes conducir sin distracciones. Fumar al volante ha sido citado como distracción en juicios en múltiples ocasiones.
7. Leyes de armas y defensa personal: No, no puedes portar un arma
Este tema surge constantemente en los grupos de Facebook. La legislación nacional de armas en España es realmente estricta. Portar cuchillos, incluso navajas pequeñas, sin una razón justificada (p. ej., uso profesional) es ilegal, pudiendo conllevar multa o confiscación. Elementos de defensa personal como el spray de pimienta requieren permisos, y la posesión y tenencia de un arma en casa depende de tener una licencia de caza o ser guardia de seguridad autorizado. Si un intruso entra en tu vivienda y le golpeas en la cabeza con un embutido ibérico curado, a ojos de la ley española estás cometiendo una falta mayor. El procedimiento indica que debes llamar a la policía y no ponerte en plan Liam Neeson con ellos.
La legislación nacional de España refleja su énfasis en el orden público, la seguridad y la protección ambiental – valores que pueden percibirse como más estrictos que las normas de tu país de origen, y las sentencias pueden ser severas. Cuídense y disfruten de su estancia en España.
