SEVILLA ha registrado las precipitaciones más copiosas de su historia, mientras residentes indignados acusan a las autoridades de no haber extraído lección alguna de la catastrófica DANA de Valencia del año pasado, que se cobró la vida de más de 200 personas.
Entre la medianoche y las tres de la tarde del miércoles, la ciudad se vió anegada por 115 mm de lluvia; en su punto álgido, la tormenta descargó 25 mm en una sola hora, inundando calles, viviendas y aparcamientos subterráneos, y paralizando el tráfico en toda la capital andaluza.
Aemet confirmó que el volumen total de precipitación superó todos los récords de la estación meteorológica del Aeropuerto de Sevilla, la cual recopila datos desde 1951.
El anterior máximo de 109,3 mm, establecido en noviembre de 1997, fue ampliamente superado en apenas 13 horas.
El diluvio desencadenó más de 600 incidentes de emergencia en la ciudad.
Vías como la Ronda del Tamarguillo, la Avenida de Kansas City y la ronda de circunvalación SE-20 quedaron completamente anegadas, mientras los equipos de rescate avanzaban con el agua por la cintura para sacar a conductores y peatones a un lugar seguro.
En la Calle Reyes Católicos, un transeúnte fue grabado portando a un anciano a sus espaldas a través de la inundación, una secuencia que se ha viralizado como símbolo del heroísmo cotidiano en medio del caos.
En el Hospital Virgen Macarena, los pasillos y las salas de tratamiento se inundaron, obligando al personal a evacuar pacientes mientras el agua se filtraba de los techos.
En Dos Hermanas, se pudo ver a bomberos trasladando escolares a un lugar seguro a través de la torrentera que inundaba la calle frente a sus aulas.
A pesar de horas de lluvia torrencial, la ciudad se mantuvo en alerta naranja, lo que provocó un aluvión de indignación en las redes.
La concejala Susana Hornillo acusó a las autoridades de negligencia grave, afirmando: “Sevilla entera se ha colapsado por las lluvias. Calles anegadas, colegios y centros de trabajo bloqueados… hasta el hospital Virgen Macarena se ha inundado. Y todo por falta de previsión y mantenimiento. El gobierno del PP no ha aprendido nada.”
El grupo del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla también criticó la respuesta: “La ciudad no funciona. El gobierno del PP improvisó ante unas lluvias que estaban pronosticadas.”
Un residente local declaró: “Hoy se cumple un año desde que la DANA mató a 229 personas — y aún así no suspendieron las clases ni nos dijeron que nos quedásemos en casa.”
Otro tildó la situación de “irresponsable y vergonzosa”, acusando a las autoridades de ignorar las advertencias hasta que el daño ya estuvo hecho.
La policía local registró 228 incidentes para media tarde, incluyendo docenas de rescates, accidentes de tráfico y viviendas inundadas.
Parques y cementerios fueron clausurados, y se activó el Plan Territorial de Emergencias en su fase de prealerta.
Los responsables afirmaron que Sevilla recibió el 20% de su precipitación media anual en tan solo una hora, calificándolo de “suceso extraordinario”.
No obstante, para muchos residentes, la inundación del miércoles no se percibió tanto como un acto de la naturaleza, sino más bien como una falla de planificación — un eco de los letales errores de Valencia, exactamente un año después.
