“No es algo que esperas,” comenta Franz Zehetner, quien abrió un paquete dirigido a la Catedral de San Esteban de Viena y descubrió un cráneo adentro.
El archivista de la catedral admite que se sorprendió mucho con el paquete, pero junto al cráneo había una carta explicando todo.
Un hombre del norte de Alemania dijo que había robado el cráneo cuando era un turista joven, hace aproximadamente 60 años, y que ahora quería devolverlo.
Lo tomó durante una visita guiada por las catacumbas bajo la catedral, donde hay los restos de unas 11,000 personas enterradas durante el siglo XVIII.
En su carta, el turista con la conciencia pesada explicó que quería hacer las pases consigo mismo al acercarse al final de su vida.
“Después de su explicación, fue conmovedor que alguien desee enmendar un acto de exubarancia juvenil,” dijo Franz Zehetner a la BBC. “También que hubiera conservado el cráneo con cuidado todos estos años – aunque no fuera de manera correcta – en vez de deshacerse de él sin más.”
No está claro de quién era el cráneo que el turista se llevó a casa hace tantos años, y ya ha sido vuelto a enterrar.
Aunque muchos de los restos son de un periodo de 40 años en el siglo XVIII, miembros de familias importantes de Viena también fueron enterrados en la catedral antes.