Al menos seis personas han fallecido después de que Rusia lanzara cientos de misiles y ataques con drones contra infraestructuras energéticas y objetivos residenciales en Ucrania durante la noche.
Un ataque en un edificio de apartamentos en la ciudad de Dnipro mató a dos personas e hirió a 12, mientras que tres murieron en Zaporizhzhia.
En total, 25 localidades en toda Ucrania, incluida la capital Kyiv, fueron golpeadas, dejando muchas zonas sin electricidad ni calefacción. La primera ministra Yulia Svyrydenko dijo en Telegram que importantes instalaciones energéticas resultaron dañadas en las regiones de Poltava, Kharkiv y Kyiv, y que se está trabajando para restaurar la energía.
En Rusia, el ministerio de defensa afirmó que sus fuerzas derribaron 79 drones ucranianos durante la noche.
La fuerza aérea ucraniana declaró que Rusia había lanzado más de 450 drones bombarderos explosivos y 45 misiles. Según los informes, nueve misiles y 406 drones fueron derribados.
El Ministerio de Energía ucraniano informó de cortes de energía en las regiones de Dnipropetrovsk, Chernihiv, Zaporizhzhya, Odesa y Kirovohrad, pero que los trabajos de restauración continúan.
Svyrydenko dijo que las infraestructuras críticas ya han sido reconectadas, y que el suministro de agua se mantiene utilizando generadores.
Rusia argumenta que sus ataques a objetivos energéticos están dirigidos contra el ejército ucraniano.
Los ataques rusos a la infraestructura energética de Ucrania antes del invierno son ya una parte familiar de esta guerra. Pero los ministros en Kyiv están profundamente preocupados de que Moscú no solo intente dañar la moral del pueblo ucraniano, sino también paralizar su economía colapsando su red energética.
Los analistas dicen que este cuarto invierno de la invasión a gran escala de Rusia será una prueba significativa para la resiliencia defensiva de Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que los ataques demuestran que no debe haber “excepciones” en las sanciones occidentales a la energía rusa como forma de presionar a Moscú.
Los misiles impactaron apenas unas horas después de que Estados Unidos diera a Hungría una exención de un año de las restricciones a la compra de petróleo y gas de Rusia.
En octubre, Estados Unidos incluyó efectivamente en la lista negra a dos de las mayores compañías petroleras de Rusia, amenazando con sanciones a quienes compren de ellas.
Pero el viernes, durante una visita a Washington del primer ministro húngaro Viktor Orban -un aliado personal y político cercano de Donald Trump- el presidente estadounidense anunció la exención para Budapest.
En un mensaje en Telegram, Zelensky dijo que los ataques nocturnos muestran que “la presión debe intensificarse” sobre Rusia.
Dijo que “por cada ataque de Moscú a la infraestructura energética -dirigido a dañar a la gente común antes del invierno- debe haber una respuesta con sanciones dirigida a toda la energía rusa, sin excepciónes”.
Dijo que Ucrania espera “decisiones relevantes de Estados Unidos, Europa y el G7”.
