Seis calas secretas de Mallorca

Cala Delta ofrece instantes magníficos para la fotografía | Crédito: tolobalaguer.com/Shutterstock

Mallorca ofrece calas secretas y vírgenes, lejos del turismo de masas, donde reinan la belleza natural y el silencio más absoluto. Lugares como Cala S’Almunia y Cala Cranc invitan a redescubrir la verdadera esencia de la isla.

Olvídate del Caló des Moro, de las sombrillas alineadas y de las colas en los chiringuitos. Mallorca tiene otra cara, una que no suele aparecer en Instagram, aunque merezca una postal de las de antes. Una en la que el turismo masivo aún no ha establecido del todo su presencia y donde, si te levantas temprano y caminas un poco, puedes encontrar ese rincón de azul y piedra que te reconcilia con el alma.

Cala Es Terrer

A un tiro de piedra del pueblo costero de Sant Elm, Es Terrer es una joya para quienes valoran el crepúsculo tanto como el baño: una cala de guijarros sin servicios, con aparcamiento cercano y aguas cristalinas. Aquí, el tiempo se detiene mientras el sol se pone tras la isla de Sa Dragonera. Perfecta para buceo ligero o simplemente flotar en silencio, Es Terrer invita a pensar, no en cosas prácticas, sino en lo que a menudo olvidamos: el horizonte, el paso del tiempo, la belleza de los detalles más mínimos.

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Cala de Banyalbufar

Bajo un acantilado tapizado de pinos, y bajando una escalinata que serpentea entre las rocas, se encuentra la Cala de Banyalbufar, uno de esos lugares donde el visitante ocasional se convierte en viajero. Hay rocas, sí, pero también una cascada de agua dulce, escarpes antiguos y una vista que parece sacada de un documental de naturaleza. Desde la cala, un sendero conduce a la parte superior, ofreciendo vistas impresionantes. Y si el día empieza a declinar, puedes rematar la experiencia con la puesta de sol desde la Torre des Verger, a solo unos minutos.

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Cala Delta Llucmajor

Un secreto bien guardado entre S’Arenal y Cala Pi. Cala Delta es una sucesión de rocas y piscinas naturales formadas por el oleaje. Es el lugar ideal para quien viaja con niños aventureros (y calzado apropiado), así como para los entusiastas del buceo. Llegar no es fácil: desde la urbanización Maioris, hay una caminata de 20 minutos. Pero una vez allí, el espectáculo submarino merece cada paso. La biodiversidad marina de la zona ha llevado a muchas escuelas de buceo a incluirla en sus rutas de iniciación. Además, su proximidad a Palma la convierte en la escapada perfecta de medio día.

Cala en Cranc

Llegar por mar es una delicia; llegar por tierra es una hazaña. Cala en Cranc, a la que se accede desde la carretera entre Camp de Mar y Puerto de Andratx, es una de esas playas que parece diseñada exprofeso para que no llegues. Pero si lo consigues, la recompensa es enorme: aguas limpias, abundante vida marina y la sensación de estar en otro mundo. Ideal para hacer esnórquel y bucear, esta cala virgen carece de comodidades. Pero tiene ese algo que solo encuentras en los lugares sin Wi-Fi: autenticidad. Y si echas de menos la arena, Cala Fonoll y Cala Conills están cerca.

Cala S’Almunia

Hermana pequeña de la famosa Caló des Moro, Cala S’Almunia es menos conocida pero con más encanto. Aquí, los antiguos escarpes dan carácter al paisaje, y las rocas hacen de trampolines naturales. El ambiente es local, relajado, y un verano mallorquín de verdad. Es un buen punto de partida para explorar a pie la ruta hacia Caló des Marmols, pasando por restos talayóticos y la Cova des Drac. Un plan de día completo que combina historia, paisaje y baño en lugares donde el turismo aún no ha devastado del todo.

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Cala Carbó

La menos conocida de las calas de Sant Vicenç, Cala Carbó, es la definición perfecta de playa salvaje. Sin servicios, sin ruido y con una belleza agreste, rota solo por los escarpes donde antaño se guardaban barcas. La presencia ocasional de medusas puede disuadir a algunos, pero los más valientes descubrirán que estas criaturas son más un signo de limpieza que una amenaza real. Aquí, el mar brilla en todos los tonos azules, y el entorno parece congelado en otra década.