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La seguridad privada y la Policía Nacional han intensificado la vigilancia de las personas sin hogar en el Aeropuerto de Palma a medida que el aeropuerto se vuelve cada vez más concurrido debido a la temporada turística.
Al igual que otros aeropuertos en España, el aeropuerto de Palma se ha convertido en una especie de imán para las personas sin hogar. Recientemente, la dirección del aeropuerto cerró la mayoría de las entradas durante la noche para poder controlar mejor el flujo de personas sin hogar.
Se les ha acusado de robos, principalmente en establecimientos de restauración y tiendas, y ahora se está vigilando de cerca para tratar de asegurar que no haya incidentes con los pasajeros. Se han emitido órdenes de alejamiento que prohíben a ciertas personas entrar en las instalaciones del aeropuerto por parte de los tribunales.
Uno de los sin hogar dice que están siendo perseguidos. “No tenemos a dónde ir”. Crítico con la estrecha vigilancia, él y otros se han distanciado de las acusaciones de robo. “No queremos adictos a las drogas ni carteristas. Pedimos privacidad. No pueden echarnos.” Un guardia de seguridad privada dice que sí pueden.
“Nos vigilan, no nos dejan tener privacidad ni paz. Queremos asegurarnos de que los ladrones y los adictos no nos molesten a nosotros ni a los pasajeros. No somos nosotros los que robamos. Me han robado el teléfono y la comida.”.
Los servicios sociales vienen de vez en cuando, pero él insiste en que “solo queremos que nos dejen en paz aquí”. “Su cuidado es insuficiente.”.
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