El mundo gastronómico dirige su mirada hacia Sedella, una aldea minúscula de apenas seiscientos habitantes a escasos cuarenta minutos de Vélez-Málaga, escondida en la montañosa comarca de la Axarquía.
Lejos de los bulliciosos favoritos costeros, esta pequeña localidad ha logrado hacerse con un codiciado lugar en la recién presentada Guía Michelin 2026 gracias a un establecimiento aparentemente discreto: El Chiringuito.
Este bar de pueblo de apariencia sencilla ha obtenido el prestigioso reconocimiento Bib Gourmand, un galardón reservado a restaurantes que ofrecen alta cocina a precios moderados y asequibles, demostrando que la excepcionalidad culinaria no requiere extravagancia. Los críticos de Michelin señalaron que la apariencia de El Chiringuito podría confundirse fácilmente con la de cualquier otra tasca local, con sus mesas de madera, ambiente familiar y servicio acogedor.
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El chef Víctor Hierrezuelo dejó atrás estrellas Michelin por la cocina de casa
Tras esta aparente sencillez, sin embargo, se esconde la sofisticada cocina del chef Víctor Hierrezuelo. Hierrezuelo perfeccionó su técnica en renombradas cocinas como Arzak y Bardal antes de tomar la decisión consciente de volver a su tierra natal. Su misión era transformar el negocio familiar de sus abuelos en un destino culinario de respeto, preservando con firmeza sus raíces rústicas y regionales. Su carta es un matrimonio bien pensado entre la tradición andaluza y elaboraciones más contemporáneas y creativas, destacando un menú degustación estacional que cambia segun los mejores productos locales.
Los inspectores de Michelin elogiaron al modesto establecimiento por actualizar con acierto una carta regional y local, subrayando que “todo está bueno” y destacando especialmente los postres. Los críticos alabaron el “ambiente rústico y familiar” del local, que ha sido su esencia durante generaciones.
Pero Sedella ofrece más que comida excepcional. La aldea es en sí una joya histórica, con un casco antiguo que conserva su esencia andalusí y morisca, de calles estrechas y serpenteantes y casas blancas encaladas. Entre sus tesoros arquitectónicos destacan la Casa Torreón del siglo XVI, de estructura mudéjar única, y la Iglesia de San Andrés, cuya torre campanario se erigió sobre un antiguo alminar islámico. Además, Sedella constituye una puerta de entrada esencial al impresionante Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, ofreciendo acceso a rutas de senderismo, incluida la exigente ascensión a La Maroma, la cumbre más alta de Málaga.