Sébastien Lecornu en el Palacio del Elíseo en París, antes de convertirse en Primer Ministro.
Crédito: Antonin Albert, Shutterstock
Francia tiene un nuevo rostro al frente del gobierno. El presidente Emmanuel Macron ha nombrado a Sébastien Lecornu, de 39 años y exministro de Defensa, como el nuevo primer ministro del país, tras la renuncia de François Bayrou después de una aplastante derrota en una moción de confianza.
Un aliado cercano asciende
El Elíseo confirmó el nombramiento el martes, subrayando que Lecornu tendrá la tarea de abrir el diálogo con las fuerzas políticas en el Parlamento y trabajar para conseguir apoyo para los presupuestos generales y otras decisiones clave previstas para los próximos meses.
La elección no sorprende a quienes conocen el círculo íntimo de Macron. Lecornu ha sido considerado durante mucho tiempo como uno de los aliados de mayor confianza del presidente. Según los informes, Macron ya lo había considerado para el cargo el pasado diciembre, pero en aquel momento optó por mantenerlo al frente del Ministerio de Defensa.
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La dimisión de Bayrou allana el camino
El movimiento se produce tras la renuncia del líder centrista François Bayrou, quien dimitió después de perder una moción de confianza por un amplio margen el lunes 8 de septiembre. Su partida creó un vacío político en Matignon, la residencia oficial del primer ministro francés, y le dio a Macron la oportunidad de colocar a Lecornu al mando.
La derrota de Bayrou pone de manifiesto las dificultades que Macron ha enfrentado para mantener la estabilidad en un Parlamento dividido, donde impulsar reformas a menudo ha requerido negociaciones delicadas y compromisos.
Un camino desafiante por delante
Lecornu se enfrenta ahora al desafío inmediato de construir apoyos transversales en una Asamblea Nacional fragmentada. Obtener la aprobación de los próximos presupuestos será su primera prueba de fuego, y el éxito dependerá de su capacidad para llegar a acuerdos con fuerzas opositoras recelosas de la agenda reformista de Macron.
Los observadores señalan que su nombramiento es un indicio de la determinación de Macron de mantener el control en manos de leales mientras busca navegar por un turbulento panorama político en los años finales de su presidencia.
Para Lecornu, este ascenso marca la cúspide de una meteórica carrera. Con solo 39 años, asume ahora uno de los roles políticos más scrutinizados de Europa, un puesto que exigirá tanto dotes de negociación como resiliencia en los próximos meses.
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