Puede parecer que el hecho de fumar en una propiedad privada no le incumbe a nadie más; sin embargo, en edificios de apartamentos de todo el país se están produciendo cada vez más conflictos debido a que el humo se cuela en viviendas y patios colindantes.
En España no es nada extraño, desde luego, percibir olor a tabaco en el propio piso si se abren las ventanas en verano y se sabe que el vecino fuma.
No obstante, el creciente número de disputas en torno a esta cuestión ha llevado a muchos a recurrir a la legislación para averiguar qué establece realmente la ley sobre fumar en el balcón de uno.
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La Ley de Propiedad Horizontal, que regula las comunidades de propietarios, no prohíbe expresamente fumar en balcones, terrazas o patios privados, siempre que se trate de un espacio de uso individual. Es decir, no podría hacerse en patios comunitarios o azoteas de uso común, por ejemplo.
Ello no significa, sin embargo, que no existan límites en lo que concierne a fumar en el balcón.
De acuerdo con expertos en Derecho civil, si el humo o el olor del tabaco afecta de manera reiterada y demostrable a otros vecinos —por ejemplo, al penetrar constantemente por ventanas o sistemas de ventilación— podría considerarse una actividad molesta, insalubre o nociva.
De verse afectado de este modo, se halla protegido por el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal.
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Dicho artículo faculta a la comunidad de vecinos o a los afectados para exigir al propietario o inquilino que cese de fumar en sus balcones e, incluso, para emprender acciones legales si la situación persiste.
En casos extremos, los jueces han llegado a prohibir el consumo de tabaco en determinadas áreas o a imponer indemnizaciones por daños y perjuicios.
Las comunidades de propietarios también pueden incluir normas específicas que restrinjan o regulen el uso del tabaco en áreas privadas que ocasionen molestias, siempre que la mayoría de los propietarios esté de acuerdo.
Existe un debate creciente en torno al consumo de tabaco en general en España, dado que el Consejo de Ministros aprobó un anteproyecto de ley en septiembre con el objetivo de fortalecer la protección de la salud pública y adaptar la normativa a los cambios en el consumo de tabaco.
La ley pretende ampliar los espacios en los que se prohíbe fumar, tanto interiores como exteriores, en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea.
Se busca prohibir fumar en los exteriores de centros sanitarios, edificios educativos, parques infantiles, recintos deportivos, terrazas de bares, estaciones de transporte y espectáculos al aire libre, así como en vehículos de transporte con conductor.
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Todavía no está claro cuándo entrará en vigor la ley, ya que el texto definitivo del proyecto debe ser sometido a aprobación una vez más y, posteriormente, remitido al Congreso y al Senado para su votación.
Según el World Population Review, el 27,8 por ciento de las personas mayores de 15 años fuma en España.
Esta cifra es superior a la de muchos otros países occidentales de la UE, como Portugal, Italia, Alemania, Países Bajos, Austria y los países escandinavos, pero inferior a la de Francia, donde fuma el 34,6 por ciento de la población adulta.
Asimismo, el número de fumadores en España es más del doble que en el Reino Unido, donde solo fuma el 12,5 por ciento de los mayores de 15 años.