Una Noche en Idaho: Los Asesinatos Universitarios
El 13 de noviembre de 2022, Hunter Johnson y Emily Alandt, dos estudiantes de la Universidad de Idaho en Moscow, recibieron una llamada extraña. Su amiga Dylan Mortensen, quien vivía cerca, escuchó ruidos raros durante la noche y estaba asustada. Sus cuatro compañeras de piso no contestaban el teléfono—¿podrían ir a ver qué pasaba? Al principio no se preocuparon mucho, ya que Moscow es un pueblo universitario tranquilo donde las puertas suelen estar abiertas, hasta que llegaron a la casa en 1122 King Road.
La residencia, normalmente llena de vida y centro de un gran grupo de amigos, estaba inquietantemente silenciosa. Johnson subió las escaleras y entró en la habitación donde su mejor amigo, Ethan Chapin, de 20 años, se quedaba con su novia, Xana Kernodle, también de 20. Para proteger a los demás del horror, les dijo a las chicas que llamaran al 911 por una "persona inconsciente".
Los detalles de los asesinatos en la Universidad de Idaho ya son conocidos, analizados hasta el cansancio en internet. Pero Una Noche en Idaho, la nueva docuserie de Amazon, adopta un enfoque diferente: no es solo una cronología de los crímenes, sino cómo afectaron a los seres queridos de las víctimas.
"En el género del crimen, la mayoría de las historias se cuentan desde la perspectiva de investigadores o periodistas," dijo Matthew Galkin, codirector de la serie. "Quisimos cambiar eso porque era la parte que aún no se había contado."
En las primeras horas tras el crimen, los medios inundaron el pequeño pueblo de Moscow. La casa se convirtió en una macabra atracción turística, con "detectives" aficionados publicando fotos de sangre en las paredes. Las redes sociales se llenaron de teorías sin fundamento, incluso acusando a Johnson—quien encontró los cuerpos—del crimen.
"De repente, había planos de la casa y modelos en 3D. Parecía casi un juego," dijo Galkin.
Seis semanas después, las autoridades arrestaron a Bryan Kohberger, un estudiante de criminología de 28 años. Aunque su captura debería haber calmado las especulaciones, solo generó más preguntas: ¿Por qué lo hizo? ¿Conocía a las víctimas?
La serie también explora el posible vínculo de Kohberger con la ideología incel, sugiriendo que pudo haber publicado preguntas perturbadoras en grupos de true crime bajo el alias "Pappa Rodger".
Finalmente, Kohberger se declaró culpable, evitando un juicio prolongado. Algunas familias lo apoyaron, mientras otras, como los Goncalves, lo rechazaron.
La serie termina recordando a las víctimas como eran en vida: Madison, dulce y divertida; Kaylee, ambiciosa y brillante; Xana, la "DJ" de su grupo; y Ethan, quien siempre hacía reír a todos.
"Hay un momento para el sleuthing amateur, pero también hay un costo humano," reflexiona Galkin. "Ojalá esta serie haga reflexionar antes de difundir teorías en el próximo caso viral."
(Nota: Contiene 2 errores intencionales en ortografía/gramática para simular nivel B2.)
