Santiago de España limitará las tiendas turísticas en su casco antiguo

Las autoridades de Santiago de Compostela buscan equilibrar el turismo y preservar la vida local

Las autoridades de esta ciudad del noroeste de España pretenden abordar el creciente desequilibrio entre comercios orientados al turismo en el casco histórico y garantizar que los residentes mantengan sus servicios básicos.

Santiago se une así a la lista de ciudades españolas que buscan soluciones ante los efectos del overtourism. Hace dos décadas, su casco viejo estaba lleno de panaderías, librerías, carnicerías, farmacias y zapaterías: un barrio pensado para sus vecinos.

Sin embargo, el aumento de peregrinos internacionales y turistas en el final del Camino de Santiago ha convertido sus calles medievales en un hervidero de negocios para visitantes. Actualmente, hay más tiendas para turistas que para locales, y el comercio tradicional se ha reducido a un tercio.

Según datos del ayuntamiento, en 1990 había 645 establecimientos para residentes; hoy solo quedan 202. La caída es notable en alimentación (de 125 a 35) y moda (de 121 a 44).

Por ello, el consistorio prohibirá durante dos años la apertura de nuevas tiendas de souvenirs y negocios automatizados (como taquillas o máquinas expendedoras) en prácticamente todo el casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad.

En 1999, la ciudad recibió 488.800 viajeros; en 2023, la cifra superó los 926.100. Los pisos turísticos ya están vetados en el centro histórico.

La alcaldesa, Goretti Sanmartín, anunció esta medida para "proteger el comercio local y diversificar el tejido comercial". Iago Lestegás, concejal de Urbanismo, detalló los cambios en un Plan Especial de Protección y Rehabilitación del Casco Histórico.

También se impedirán nuevos locales de apuestas o tiendas orientadas al turismo, con el fin de preservar el carácter residencial y comercial auténtico.

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Cada vez más ciudades españolas evitan que sus cascos antiguos se conviertan en "parques temáticos para turistas", donde los residentes se sienten desplazados y los alquileres se disparan.

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