Una sonrisa saludable no es solo cuestión de estética. Crédito: Me dia / Shutterstock
Una buena digestión comienza por una boca sana
Nuestra boca constituye el primer eslabón del proceso digestivo, no obstante, suele ser una gran olvidada en los debates sobre la salud intestinal y general. La masticación descompone los alimentos en partículas más pequeñas, lo que permite que las enzimas digestivas actúen con eficacia. Sin embargo, cuando los dientes o las encías no gozan de buena salud, esta fase inicial de la digestión se ve comprometida, derivando en una absorción deficiente de nutrientes y en problemas gastrointestinales.
Cuando la masticación es ineficaz a causa de piezas dentales ausentes o dañadas, los alimentos pasan al estómago sin estar debidamente triturados. Ello puede incrementar el riesgo de distensión abdominal, reflujo ácido e incluso síntomas propios del síndrome de intestino irritable. Asimismo, infecciones bucales como la gingivitis o las caries sin tratar pueden introducir bacterias en el tracto digestivo, alterando la microbiota intestinal y contribuyendo a procesos inflamatorios.
Investigaciones recientes subrayan que los pacientes con enfermedad periodontal crónica presentan una mayor incidencia de trastornos digestivos y deficiencias nutricionales. Esto se debe a que la inflamación oral persistente puede afectar al apetito, a la elección de los alimentos e incluso a la percepción gustativa.
Por tanto, una dieta equilibrada y una correcta higiene bucal van de la mano. Sin dientes y encías sanos, resulta difícil mantener una nutrición adecuada – y sin una buena nutrición, los tejidos de la boca no pueden conservarse saludables.
Recomendaciones esenciales para una boca sana y un equilibrio digestivo:
- Cepíllese los dientes después de cada comida, al menos dos veces al día, utilizando una pasta dentífrica con flúor.
- Emplee hilo dental a diario para eliminar la placa interdental, allí donde el cepillo no llega.
- Mastique los alimentos lenta y minuciosamente para facilitar la digestión y proteger la estructura dental.
- Manténgase hidratado, dado que la saliva desempeña un papel crucial en la neutralización de ácidos y en el inicio de la digestión.
- Evite el consumo excesivo de azúcares y alimentos ácidos, pues pueden erosionar el esmalte y alterar el equilibrio digestibo.
- Si utiliza prótesis dentales, manténgalas limpias y bien ajustadas para garantizar una masticación eficiente.
- Acuda a su dentista periódicamente para revisiones y limpiezas profesionales.
- Abandone el hábito tabáquico, ya que perjudica la salud de las encías y reduce la producción de saliva.
- Solicite atención odontológica inmediata ante encías sangrantes, dolor bucal o dificultades para masticar.
Recuerde: una sonrisa saludable no es solo cuestión de estética – es un reflejo de su bienestar integral, que incluye su salud digestiva y nutricional.
Para recibir atención experta y servicios dentales integrales, visite a sus profesionales de confianza.
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