Paul Rowley, el entrenador de los Salford Red Devils, dice que tiene que seguir creyendo que hay “luz al final del tunel” después de la derrota de su equipo 80-6 contra Hull FC, mientras la crisis financiera del club empeora.
El partido contra Hull FC llegó al final de una semana muy difícil para Salford, con algunos diciendo que estaba en peligro por la falta de jugadores disponibles.
Trece jugadores han salido esta temporada y podrían irse más.
Pero hicieron excepciones para que el club pueda usar jugadores prestados de otros equipos y así poder jugar el partido, donde Hull FC marcó 14 tries.
La crisis financiera del club está otra vez en el centro de atención después de que la Rugby Football League (RFL) dijo que los problemas de Salford son “dañinos y agotadores para el deporte”, pero insistieron que la “única alternativa” cuando aprobaron la venta del club este año era el “posible y inmediato fin del club”.
En febrero, un grupo dirigido por el empresario Dario Berta compró el club, después de que la RFL impuso un límite salarial de £1.2 millones.
Salford depende de financiación externa de WeDo Finance porque sus cuentas están congeladas, y el mes pasado recibieron una demanda de liquidación, con una audiencia aplazada hasta el 3 de septiembre.
La declaración de la RFL vino después de que Salford vendió a su capitán Ryan Brierley y a Jack Ormondroyd a Oldham para conseguir dinero y pagar deudas.
Rowley admitió que la situación es “dura” y agradeció a los aficionados por motivarlo a seguir trabajando.
“Es igual que la semana pasada, igual que esta semana, estoy triste, para ser honesto”, dijo Rowley. “Fue difícil de ver y seguro que fue difícil de comentar porque intentas hacer un programa interesante para todos. No hay nada divertido en esto.”
“Pero cuando miras a los aficionados… yo los represento y es una carga y un privilegio al mismo tiempo. Estamos aquí para ellos. La salida de Ryan y Jack esta semana me afectó mucho. Es duro, no puedo mentir.”
Imagen: Los Salford Red Devils celebraron su único try del partido.
“Creo que los aficionados de Hull, como los de otros equipos, han sido geniales. Han entendido y han hecho gestos bonitos, lo apreciamos.”
“Es difícil ver luz ahora mismo, pero hay que seguir creyendo. Los nuevos dueños dicen que hay luz al final del túnel, así que tenemos que creer, pero es duro.”
“Quedan seis partidos, y este no es mi equipo. Son jugadores prestados—han cambiado las reglas para que podamos jugar.”
‘Conocimos a algunos en el autobús por primera vez’
Rowley admitió que conoció a algunos de los jugadores prestados por primera vez en el autobús antes del partido del domingo. Agradeció a esos jugadores, al personal y a los que ya han pasado por el club.
“Es una situación triste. Los aficionados, siento por todos. Es algo muy triste.”
“Tengo que creer que hay luz al final. Todos quieren claridad sobre cómo será la Superliga el próximo año. Queremos saber ya.”
“Es como una muerte lenta. De una forma u otra, es tortura china. Solo dennos claridad.”
“No pido nada más. Mi trabajo es entrenar a este equipo, y mientras haya un equipo en el campo, yo estaré aquí para entrenarlo y apoyar a los aficionados.”
“Ellos me ven como su esperanza, así que es una carga y un privilegio.”
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