Ryanair, la aerolínea más grande de Europa, ha emitido una carta abierta a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, exigiéndole que dimita si no toma medidas para proteger el mercado único de vuelos sobre Europa durante las huelgas de controladores aéreos franceses. La última ola de protestas causó graves trastornos en el aeropuerto de Palma y en muchos otros de España la semana pasada.
La semana pasada comenzaron las huelgas estivales “recreativas” anuales de los controladores aéreos franceses, provocando la cancelación de 1.500 vuelos y afectando los planes de viaje de más de 270.000 ciudadanos europeos y sus familias. El 90% de estas cancelaciones se habrían evitado si se hubiesen protegido los vuelos sobre Francia durante las huelgas.
Pese a los repetidos llamamientos del sector, la presidenta Von der Leyen se ha negado a actuar para defender el mercado único del transporte aéreo durante estos paros. Ryanair califica su inacción de indefendible e inaceptable.
El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, ha enviado una carta abierta a Von der Leyen urgiéndola a proteger los vuelos sobre Francia durante las huelgas o a dimitir. Criticó las falsas afirmaciones de la Comisión de que el control aéreo es una “competencia nacional”, cuando proteger el mercado único sí es responsabilidad comunitaria.
O’Leary declaró: “Es inaceptable que Von der Leyen permanezca impasible mientras los controladores franceses paralizan reiteradamente el mercado único aéreo. No permitimos que huelgas cierren carreteras, vías férreas o rutas marítimas; tampoco debería tolerarse en el transporte aéreo.”
“Durante el Brexit, Von der Leyen insistió en que ‘proteger el mercado único era su principal deber’. De ser así, debe actuar ahora para salvaguardar los vuelos.”
“O protege los sobrevuelos durante las huelgas o que renuncie. Si no defiende el mercado único, que deje paso a alguien competente.”
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) exigió este miércoles servicios mínimos en espacio aéreo francés durante huelgas, como ya ocurre en Italia, Grecia y España. Su presidente, Javier Gándara, instó a Bruselas a presionar a Francia.