Ejecutivos de Ryanair protestan contra el impuesto aeréoo alemán, tachándolo de “exorbitante”.
Créditos: Ryanair.com
Ryanair ha anunciado que eliminará 24 rutas con destino y origen en Alemania, lo que supondrá un recorte de casi 800.000 plazas en total, en medio de unas crecientes tensiones por lo que la aerolínea describe como un impuesto al vuelo “exorbitante”.
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La compañía irlandesa de bajo coste alega que esta medida afectará a nueve aeropuertos alemanes, culpando a las políticas gubernamentales de dañar la competitividad del país dentro del mercado europeo.
Un impuesto “exorbitante”, señalado como culpable de los recortes de rutas
En un comunicado de tono contundente emitido el miércoles, 15 de octubre, Ryanair acusó al gobierno alemán de encarecer progresivamente los viajes aéreos mediante elevados impuestos a la aviación y el aumento de los costes operativos, incluyendo las tasas de control aéreo, gestión aeroportuaria y seguridad.
“El exorbitante impuesto a los vuelos, unido al alza desmedida de los costes aeroportuarios y de seguridad, ha debilitado gravemente la posición competitiva de Alemania dentro de la UE”, afirmó la aerolínea.
Ryanair sostiene que, si Berlín decidiera reducir o eliminar dicho impuesto, el tráfico de pasajeros podría duplicarse hasta alcanzar unos 34 millones de viajeros anuales. No obstante, al no vislumbrarse ninguna concesión por parte del gobierno, la compañía afirma no tener más remedio que reducir su capacidad y reubicar sus aviones en países que ofrezcan condiciones más ventajosas para las aerolíneas.
Esta decisión supone un nuevo y significativo repliegue del mercado alemán. El año pasado, Ryanair cesó sus operaciones desde Dortmund, Dresde y Leipzig. Ahora, las nuevas cancelaciones afectarán a Berlín, Hamburgo y Memmingen, entre otros, reduciendo aún más su red en Alemania.
Ryanair extiende sus recortes más allá de Alemania
Alemania no es el único país que está sintiendo el impacto de la agresiva estrategia de contención de costes de Ryanair. A principios de septiembre, la aerolínea ya anunció una reducción del 16 por ciento de su capacidad en España, también debido a disputas en torno a las tasas aeroportuarias.
El conflicto se centra en Aena, el operador aeroportuario estatal español, que gestiona 46 aeropuertos en el país. Ryanair ya había suprimido alrededor de un millón de plazas este verano, alegando que los altos aranceles aeroportuarios impuestos por Aena eran “injustificados”. El operador, cuyo 51 por ciento es propiedad del gobierno español, es criticado por Ryanair, que argumenta que el incremento de los cargos hace que España sea menos atractiva tanto para las compañías de bajo coste como para los viajeros.
Mientras tanto, en Bélgica, Ryanair ha reducido sus operaciones en el Aeropuerto de Bruselas-Zaventem, disminuyendo su tráfico en aproximadamente un 6 por ciento. Michael O’Leary, su director ejecutivo, se ha mostrado abiertamente crítico con la decisión belga de aumentar su tasa de embarque, calificando los cargos de “escandalosos” y advirtiendo de que no se prevén proyectos de expansión en el país este invierno.
Los viajeros low-cost europeos notan el golpe
Para los pasajeros, la decisión de Ryanair se traduce en menos opciones de vuelo y tarifas más elevadas en algunas rutas, a medida que la aerolínea desplaza su foco hacia mercados más rentables. Se prevé que los recortes afecten especialmente a localidades alemanas más pequeñas que dependen de los vuelos low-cost de Ryanair para su turismo y conectividad.
Aunque la compañía insiste en que la medida es puramente una respuesta a una fiscalidad “punitiva”, también se enmarca en la estrategia de larga data de Ryanair de utilizar su red de rutas como palanca en sus negociaciones con gobiernos europeos y operadores aeroportuarios. El mensaje es claro: suban los impuestos, pierdan rutas.
Los analistas señalan que esta táctica de la aerolínea ya ha funcionado en el pasado –y podría volver a hacerlo–, especialmente en países más pequeños de la UE donde el turismo y el tráfico aéreo regional dependen en gran medida de las compañías de bajo coste.
Aun así, para muchos en Alemania, España y Bélgica, los recortes suponen un duro golpe. Con los precios de los billetes de avión ya en alza en toda Europa debido al coste del combustible y la inflación, la pérdida de rutas de Ryanair podría hacer que viajar sea aún menos accesible para el pasajero medio.
Ryanair no descarta realizar más reducciones si no se introducen cambios en las políticas fiscales nacionales. La aerolínea mantiene que reducir los impuestos a la aviación impulsaría el turismo, crearía empleo y fomentaría el crecimiento, al tiempo que mantendría los cielos europeos asequibles para millones de viajeros.
De momento, la aerolínea indica que las nuevas cancelaciones de rutas entrarán en vigor progresivamente durante los próximos meses, como parte de un plan más amplio para redistribuir sus aviones hacia bases más rentables en Europa.
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