El consejero delegado Michael O’Leary censuró al Gobierno y a Aena, advirtiendo que una subida de tasas prevista del 7%—la mayor en más de una década—dañará aún más el tráfico regional, el turismo y el empleo.
Ryanair, la mayor aerolínea de España, ha anunciado una reducción considerable de 1,2 millones de plazas en los aeropuertos regionales españoles para su programa de verano de 2026, lo que supone un recorte del 10%. Asimismo, suspenderá por completo los vuelos desde y hacia el Aeropuerto de Asturias, atribuyendo la decisión a las elevadas tasas impuestas por Aena, el operador aeroportuario controlado por el Estado.
Esta medida sigue a una reducción anterior de un millón de plazas para el invierno de 2025, lo que evidencia la frustración de Ryanair ante la inacción gubernamental en materia de precios aeroportuarios y cuestiones regulatorias.
Los recortes son consecuencia directa del fracaso del Gobierno español por frenar el monopolio de Aena, que sigue cobrando en aeropuertos regionales infrautilizados tasas similares a las de grandes hubs como Madrid y Barcelona.
Ryanair afirma que estas tarifas restan competitividad a los aeropuertos regionales, desplazando la capacidad hacia aeropuertos nacionales de mayor demanda y hacia alternativas en el extranjero con costes más reducidos, como Marruecos, Italia, Croacia, Albania, Suecia y Hungría, donde las tasas e impuestos son inferiores.
La aerolínea también ha criticado las multas ilegales del ministro Bustinduy por equipaje de mano, que infringen la normativa de la UE, así como la negativa del Gobierno a actuar contra las sobrecargas de las agencias de viajes online, perjudicando a los consumidores españoles. A pesar de haber enviado ocho cartas en los últimos dieciocho meses, Ryanair alega que el Ejecutivo no ha tomado medida alguna para abordar estos problemas.
El consejero delegado Michael O’Leary condenó al Gobierno y a Aena, alertando de que una subida de tasas planeada del 7%—la mayor en más de una década—agravará el perjuicio al tráfico regional, al turismo y al empleo. Hizo un llamamiento al presidente Sánchez para que interviniera, señalando las oportunidades de crecimiento perdidas y los planes de expansión de Ryanair incumplidos, que habrían permitido incrementar el tráfico en un 40% para 2030.
A pesar de estos contratiempos, Ryanair sigue siendo uno de los mayores inversores en España, con nuevas instalaciones de mantenimiento en Madrid y Sevilla y un futuro Centro de Formación de Tripulantes en Madrid.
La aerolínea manifiesta su compromiso con España, pero continuará reduciendo capacidad en los aeropuertos regionales hasta que las tasas sean competitivas frente a otros destinos europeos y del norte de África.
La decisión de Ryanair subraya el conflicto existente entre los operadores aéreos, los monopolios controlados por el Estado y los errores regulatorios, así como su impacto en la conectividad regional, el turismo y la creación de empleo en España.
Sin una reforma, nuevos recortes en los servicios aéreos regionales parecen inevitables.
