Mientras los rumores sobre que está buscando una “estrategia de salida” continúan circulando, Bill Belichick declaró el miércoles por la noche que mantiene su “compromiso total” de ser el entrenador en jefe de fútbol americano de North Carolina.
Los Tar Heels tienen un récord de 2-3 en su primera temporada bajo el legendario entrenador de la NFL, un mal comienzo agravado por numerosos problemas fuera del campo. El más grave de ellos es que el entrenador de cornerbacks, Armond Hawkins, fue suspendido el lunes debido a acusaciones de que jugadores recibían beneficios extra en violación de las reglas de la NCAA.
Varios informes publicados también han indicado que existe una disfunción generalizada dentro del programa de UNC, donde jugadores, sus padres y entrenadores asistentes están todos insatisfechos con la dirección de los Tar Heels. Según un informe del jueves, Belichick, de 73 años, había mantenido conversaciones informales con oficiales de la universidad sobre activar su cláusula de salida y abandonar el equipo antes de que la temporada 2025 siquiera termine.
Belichick y el director atlético de North Carolina, Bubba Cunningham, emitieron declaraciones conjuntas —aunque breves— el miércoles por la noche a través de las cuentas de redes sociales del departamento atlético.
“Estoy completamente comprometido con el Fútbol de UNC y el programa que estamos construyendo aquí”, declaró Belichick.
Cunningham añadió: “El entrenador Belichick tiene el apoyo total del Departamento Atlético y de la Universidad”.
Belichick gana más de 10 millones de dólares anuales en North Carolina y tiene contrato hasta 2029. Los primeros tres años del acuerdo están garantizados, lo que significa que la universidad le tendría que pagar aproximadamente otros 20 millones de dólares si es despedido sin causa durante o inmediatamente después de la temporada 2025.
Sin embargo, si los rumores de violaciones generalizadas de la NCAA dentro del programa de North Carolina resultan ciertos, Belichick podría ser despedido con causa sin ninguna indemnización. Él tendría que pagar una cláusula de salida de 1 millón de dólares si abandona los Tar Heels para aceptar otro trabajo de entrenador antes de que su contrato expire.
La etapa de Belichick en North Carolina ha sido complicada desde el principio. El seis veces campeón del Super Bowl fue contratado como entrenador en jefe de los Tar Heels en diciembre, a pesar de nunca haber entrenado en la universidad, y se rodeó de miembros del personal y entrenadores asistentes —incluyendo a sus dos hijos, el coordinador defensivo Stephen y el entrenador de safeties Brian— que también tenían poca experiencia fuera de la NFL.
Pero lo que ha trascendido el fútbol es la relación de Belichick con Jordon Hudson, su novia de 25 años. Hudson no es empleada por la universidad, pero ha estado involucrada intimamente en muchos aspectos del programa de UNC, coordinando la presencia en redes sociales de Belichick, siendo incluida en correos electrónicos internos del departamento y famosamente cortando las preguntas sobre su relación durante una entrevista en CBS News en abril, que coincidió con el lanzamiento de su última memoria, *El Arte de Ganar: Lecciones de Mi Vida en el Fútbol*.
Belichick y el gerente general de North Carolina, Michael Lombardi —un veterano ejecutivo de la NFL que no había trabajado en la universidad desde principios de los años 80— formaron una plantilla que incluía 70 jugadores nuevos mediante el portal de transferencias o el reclutamiento de secundaria. Los Tar Heels anotaron un touchdown en su primera posesión del primer partido de la temporada contra TCU, pero terminaron perdiendo 48-14.
North Carolina ganó sus siguientes dos partidos contra la escuela del Grupo de 5, Charlotte (20-3), y el oponente de la FBS, Richmond (41-6), pero luego perdió 34-9 contra Central Florida y 38-10 contra el poder de la ACC, Clemson. Los Tar Heels tuvieron una semana de descanso entre los partidos contra UCF y Clemson, y Belichick y Hudson sorprendieron cuando fueron vistos de vacaciones en la isla de Nantucket, frente a la costa de Massachusetts, ese fin de semana (los entrenadores de fútbol universitario normalmente no dejan el campus para tiempo personal durante la temporada, incluso durante las semanas de descanso).
El caos continuo alrededor del programa ha llevado a muchos a creer que Belichick no logrará terminar la temporada, o que al menos no regresará en 2026.
“Todo está comenzando desde arriba, y los chicos están siendo afectados”, declaró un padre de un jugador de North Carolina a WRAL News para una historia publicada en su sitio web el lunes. “No culpo a los jugadores; culpo al liderazgo que creó este ambiente tóxico. Hay una mentalidad individualista. Los chicos son jóvenes y se están contagiando con eso”.
North Carolina tiene su segunda semana de descanso este fin de semana. Los Tar Heels juegan nuevamente el viernes, 17 de octubre, contra California.
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