El Secretario de Estado de EE.UU. ha dicho que un movimiento del parlamento israelí hacia la anexión de la ocupada Cisjordania amenazaría el plan de Washington para terminar el conflicto en Gaza.
“Eso no es algo que podamos apoyar en este momento”, dijo Marco Rubio antes de salir hacia Israel como parte de los esfuerzos estadounidenses para reforzar un frágil acuerdo de alto el fuego.
En un intento aparente de avergonzar al Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu, políticos de ultraderecha dieron un paso simbólico al dar aprobación preliminar a un proyecto de ley que otorga a Israel la autoridad para anexar Cisjordania.
Los palestinos reclaman Cisjordania -ocupada por Israel desde 1967- como parte de un estado independiente que esperan lograr.
El año pasado, la Corte Internacional de Justicia -el máximo tribunal de la ONU- dijo que la ocupación israelí era ilegal.
Netanyahu ha hablado anteriormente en apoyo de anexar tierras de Cisjordania, pero no ha avanzado en esto debido al riesgo de alienar a EE.UU. -el aliado más importante de Israel- y a los países árabes que han establecido relaciones con Israel después de décadas de enemistad.
Los ultranacionalistas en la coalición gobernante de Netanyahu han pedido repetidamente que Israel anexe Cisjordania directamente, aunque el proyecto de ley fue presentado por diputados fuera del gobierno.
El proyecto de ley fue aprobado por 25 votos a favor y 24 en contra. No está claro si tiene apoyo para obtener una mayoría en el Knesset (parlamento) de 120 escaños, y hay formas en que el primer ministro puede retrasarlo o derrotarlo.
El ministerio de asuntos exteriores palestino condenó el movimiento del Knesset, diciendo que Israel no tendría soberanía sobre tierra palestina.
Israel ha construido alrededor de 160 asentamientos que albergan a 700,000 judíos durante su ocupación de Cisjordania y Jerusalén Este. Se estima que 3.3 millones de palestinos viven junto a ellos.
Los asentamientos son ilegales según el derecho internacional -una posición apoyada por una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia el año pasado.
Al abordar el avión a Israel, Rubio dijo que la anexión sería “contraproducente” y “amenazante” para el acuerdo de paz, reiterando la oposición de EE.UU. a la anexión.
Su visita el jueves llega justo después de los viajes del Vicepresidente de EE.UU. JD Vance y dos enviados especiales, mientras la administración Trump intenta impulsar el inicio de las conversaciones sobre la segunda fase crítica de su plan de paz para Gaza de 20 puntos.
La primera fase -que incluye un alto el fuego, la retirada parcial de las fuerzas israelíes y una afluencia de ayuda- entró en vigor a principios de este mes.
Tanto Israel como Hamás se han acusado mutuamente de violar el acuerdo debido a incidentes mortales, pero hasta ahora se ha mantenido.
Rubio expresó un optimismo similar al de Vance sobre preservar el alto el fuego.
“Cada día habrá amenazas para ello, pero en realidad creo que vamos adelantados en términos de consolidarlo, y el hecho de que hayamos superado este fin de semana es una buena señal”, dijo.
La segunda fase del plan de paz implicaría establecer un gobierno interino en Gaza, desplegar una fuerza de estabilización internacional, la retirada de las tropas israelíes y el desarme de Hamás.
La guerra en Gaza comenzó con el ataque liderado por Hamás al sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el cual murieron alrededor de 1,200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes.
En el conflicto posterior, más de 68,000 palestinos han muerto en Gaza, según el ministerio de salud del territorio dirigido por Hamás, cuyas cifras son consideradas fiables por la ONU.