Investigadores de la ONU afirman que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paramilitar de Sudán, han cometido numerosos crímenes de lesa humanidad durante su asedio a la ciudad de el-Fasher en Darfur.
El informe de la Misión de Investigación de la ONU acusa al grupo de “asesinato, tortura, esclavitud, violación, esclavitud sexual, violencia sexual, desplazamiento forzado y persecución por motivos étnicos, de género y políticos”.
El reporte tambien citó evidencia más amplia de presuntos crímenes de guerra tanto por parte de las RSF como del ejército regular. Sin embargo, ambas partes han negado anteriormente cualquier delito en la guerra civil que continúa en el país.
El informe de la ONU dijo que los dos grupos tomaron a los civiles como objetivo de numerosas maneras y como parte de estrategias deliberadas.
“Ambas partes han atacado deliberadamente a civiles mediante ataques, ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias, tortura y tratos inhumanos en centros de detención, incluida la negación de alimentos, saneamiento y atención médica”, dijo el presidente de la Misión de Investigación, Mohamed Chande Othman.
“Estas no son tragedias accidentales sino estrategias deliberadas que constituyen crímenes de guerra”.
Destacando las acciones de las RSF en el-Fasher, el informe acusó al grupo de utilizar el hambre como método de guerra, lo que podría equivaler al crimen de exterminio.
En abril, las RSF asaltaron el campamento de Zamzam cerca de el-Fasher, forzando a decenas de miles de las personas más desposeídas del mundo a huir de sus hogares una vez más. La situación en el campamento ya era tan mala que se había declarado una hambruna.
La ciudad de el-Fasher ha estado bajo asedio por más de un año y es el último bastión importante del ejército sudanés en la región de Darfur.
Estados Unidos ha acusado a las RSF de cometer genocidio contra la población no árabe de Darfur. El grupo paramilitar ha negado su responsabilidad y culpa a las milicias locales de la violencia.
Estados Unidos también ha impuesto sanciones al jefe del ejército, el general Abdel Fattah al-Burhan, culpándolo por las muertes de civiles y por usar la privación de alimentos como arma de guerra.
El ejército está en guerra con las RSF desde abril del 2023, y estas últimas han intensificado recientemente su ofensiva sobre el-Fasher, como anteriormente informaron habitantes locales a la BBC.
Una investigación reciente de la Universidad de Yale que analizó imágenes satelitales mostró que, desde mayo, se han construido 31 km de terraplenes en áreas pobladas por las RSF a las afueras de la ciudad, con la intención de atrapar esencialmente a los civiles.
El informe, titulado “Una guerra de atrocidades”, pidió a la comunidad internacional que haga cumplir un embargo de armas y que establezca un proceso judicial independiente para garantizar que los presuntos perpetradores enfrenten la justicia.
“Nuestros hallazgos no dejan lugar a dudas: los civiles están pagando el precio más alto en esta guerra”, añadió el Sr. Othman.
Decenas de miles de personas han muerto en la guerra civil de Sudán, lo que ha obligado a unos 13 millones a huir de sus hogares.