Rodrigo Paz anhela la segunda oportunidad mientras Bolivia oficializa el acuerdo con la derecha

Los bolivianos eligieron el domingo a un senador de centroderecha proempresarial como su nuevo presidente, poniendo fin a dos décadas de gobierno socialista que han sumido a la nación en una profunda crisis económica.

Con el 97 por ciento de los votos escrutados, Rodrigo Paz obtuvo el 54,5 por ciento de los sufragios, frente al 45,4 por ciento de su rival, el derechista expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga, según informó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Paz, de 58 años, hijo de un ex mandatario, ha prometido un enfoque de “capitalismo para todos” para la reforma económica, que incluiría descentralización, impuestos más bajos y disciplina fiscal, combinados con un ingreso social continuo.

Ante la escasez de dólares y combustible, y una inflación anual que supera el 20 por ciento, unos votantes hastiados relegaron al partido Movimiento al Socialismo (MAS), fundado por el ex presidente Evo Morales, en una primera vuelta electoral celebrada en agosto.

Bolivia atraviesa su peor crisis económica en décadas, siendo ya un espectáculo habitual las interminables colas en las gasolineras.

“Esperamos que el país mejore”, declaró María Eugenia Peñaranda, ama de casa de 56 años, abrigada contra el frío mientras ejercía su derecho al voto en La Paz, a unos 3.600 metros (11.800 pies) de altitud.

“No podemos llegar a fin de mes. Hay mucho sufrimiento. Demasiado”, aseguró.

Los comicios del domingo clausuran un ciclo económico marcado por una bonanza inicial financiada con la nacionalización de las reservas de gas impulsada por Morales.

A este auge le sucedió una crisis, particularmente una crítica escasez de combustible y divisas durante el mandato del saliente líder, Luis Arce.

Los sucesivos gobiernos descuidaron la inversión en el sector de hidrocarburos, antaño la columna vertebral de la economía nacional.

LEAR  Casper's Bar: el ambiente de tu bar de siempre y el mejor asado dominical

La producción se desplomó y Bolivia casi agotó sus reservas de dólares, destinadas a sostener un subsidio universal a los combustibles que ya no puede costear importar.

La paciencia ‘se agota’

La analista Daniela Osorio, del Instituto Alemán de Estudios Globales y de Área, señaló que la paciencia de los bolivianos está en su límite.

Una vez finalizadas las elecciones, advirtió, “si el vencedor no adopta medidas para auxiliar a los más vulnerables, esto podría desembocar en un estallido social”.

Paz afronta una tarea ardua: heredar una economía en recesión, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Había prometido mantener los programas sociales y, simultáneamente, estabilizar la economía, aunque los economistas han señalado la incompatibilidad de ambos objetivos a corto plazo.

Al igual que Quiroga, Paz propuso recortar el subsidio universal a los combustibles, manteniéndolo únicamente para el transporte público.

“Difícil de sanar”

“Si el pueblo de Bolivia me concede el honor de ser su presidente”, manifestó Paz tras votar el domingo, “mi método será el del consenso”.

Paz no dispondrá de una mayoría partidista en el Congreso, lo que le obligará a negociar y realizar concesiones para sacar adelante la legislación.

Fuera del Legislativo, el nuevo presidente también se enfrentará al escrutinio de Morales, quien mantiene su popularidad, especialmente entre los indígenas bolivianos, a pesar de que la Constitución le impide optar a un nuevo mandato.

El domingo, Morales afirmó a los periodistas que ambos candidatos representan solo a “un puñado de personas en Bolivia, no representan al movimiento popular, y mucho menos al movimiento indígena”.

Morales es objeto de una orden de arresto por tráfico de personas, relacionada con una presunta relación con una menor de edad, acusación que él niega categóricamente.

Arce debe abandonar el cargo el 8 de noviembre, tras cumplir un único mandato presidencial que comenzó en 2020.

LEAR  Primark abre sus tiendas renovadas en Orihuela y Elche.

La constitución boliviana permite dos mandatos, pero él no optó a la reelección.

Los colegios electorales abrieron a las 8 a.m. y cerraron ocho horas más tarde. Casi ocho millones de personas estaban habilitadas para votar en unos comicios de carácter obligatorio.

‘Capitalismo para todos’, sostiene Paz

Paz se convirtió el domingo en el tercer miembro de su extensa familia en ser elegido presidente, un rol que ha prometido ejercer para el bien común.

Durante la campaña, el economista de 58 años se esforzó por proyectarse como una figura moderada y conciliadora.

Evitando etiquetas ideológicas, empleó eslóganes para todos los gustos: desde “Dios, familia, patria” para sus seguidores más conservadores, hasta “Hasta la victoria, siempre”, un lema asociado al revolucionario argentino Che Guevara.

Paz, siempre impecablemente afeitado, con el cabello grueso y bien peinado hacia adelante, y afición por las camisas de cuello, ha sido descrito como un candidato que pretende ser todo para todos.

En agosto, emergió de la nada obteniendo la mayor cantidad de votos en una primera vuelta en la que los bolivianos asestaron un golpe mortal a veinte años de gobierno socialista, al que se achaca la actual crisis económica.

Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), nació en España, donde su familia se exilió huyendo de sucesivas dictaduras militares, y donde pasó sus primeros años.

También hubo períodos en Argentina, Chile, Perú y Venezuela, lo que obligó a Paz a recomenzar su vida en múltiples ocasiones, mientras su familia de disidentes de izquierda se desplazaba constantemente para eludir la persecución.

“En la lucha de mis padres por la democracia, vivimos en 10 países diferentes”, relató Paz en una entrevista en agosto.

LEAR  Villa de 5 dormitorios en venta en Jumilla con garaje - 85.900 €

El árbol genealógico político del candidato también incluye a su tío abuelo Víctor Paz Estenssoro, presidente en cuatro ocasiones.

Desde que incursionó en la política, ha ejercido como alcalde, congresista y, más recientemente, senador por Tarija, una región rica en petróleo y gas de donde es originaria su familia.

En su campaña, Paz recorrió cientos de municipios de este país de 11,3 millones de habitantes.

Sus cejas pobladas y su fuerte parecido físico con su padre sirven como un punto de nostalgia para muchos izquierdistas de la vieja guardia, y Paz ha presentado al patriarca de 86 años en sus publicaciones en redes sociales, donde es muy activo.

“No tengo que definirme, sino ofrecerle al país una alternativa”, respondió Paz en una entrevista con CNN cuando se le pidió una definición ideológica.

Su mensaje central ha sido el de un “capitalismo para todos, no solo para unos cuantos”, con profundos recortes del gasto, formalización de la tambaleante economía y reformas constitucionales para atraer la tan necesitada inversión extranjera.

Ha prometido reducir impuestos y eliminar aranceles de importación. En lugar de solicitar cuantiosos préstamos, Paz se ha comprometido a “poner orden en nuestra propia casa, porque aquí hay muchos corruptos que han robado mucho”.

Ha declarado que no buscará un segundo mandato consecutivo.

Parte del atractivo de Paz se ha atribuido a su compañero de fórmula, el muy popular ex capitán de policía Edmundo Lara, conocido por sus embates contra la corrupción.

“Los sectores populares” se han identificado “intensamente” con Rodrigo Paz, especialmente a través de su compañero de fórmula Lara, de origen humilde, afirmó la socióloga boliviana María Teresa Zegada.

– TIEMPOS/AFP

Noticias relacionadas

Por Sandra Ferrer y Gonzalo Torrico, AFP