CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — Desde la creciente violencia de los cárteles, seguridad fronteriza y un megaproyecto para extender una controversial línea de tren hasta sus fronteras, los presidentes de México y Guatemala hablaron sobre objetivos y preocupaciones comunes en su primer encuentro cara a cara el viernes.
Los dos aliados regionales, que se reunieron en la región norteña de Petén en Guatemala, acordaron fortalecer la coordinación en migración, seguridad y desarollo económico. Pero lo más importante en la agenda de ambos fue la propuesta de extender el Tren Maya del gobierno mexicano desde el sur de México hasta Guatemala y Belice.
La idea fue propuesta primero por el predecesor de la presidenta Claudia Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, pero fue recibida con escepticismo por el guatemalteco Bernardo Arévalo.
El líder guatemalteco ha dicho que ve el potencial económico del proyecto para la región selvática, pero insiste en que la construcción no debe causar el tipo de daño ambiental que provocó en México.
El tren, que actualmente recorre un circuito en la península sur de México, fue el megaproyecto de López Obrador, con el fin de conectar áreas remotas y rurales del sur del país. Sin embargo, por años ha generado polemica y batallas legales al atravesar grandes extensiones de selva y dañó un frágil sistema de cuevas en México que es la principal fuente de agua en la zona.
Arévalo dijo después de la reunión con Sheinbaum que extender el tren “es una visión que compartimos”, pero que el proyecto no debe invadir ecosistemas protegidos en Guatemala, especialmente las densas selvas de Petén.
Mencionó que debe haber estudios ambientales cuidadosos y que los dos presidentes analizaron una propuesta alternativa donde el tren haría un recorrido circular en lugar de cruzar directamente las selvas de Guatemala y Belice.
“He dejado claro en todo momento que el Tren Maya no pasará por ninguna área protegida”, dijo Arévalo.
Su postura contrasta marcadamente con la de López Obrador, quien aceleró el proyecto del tren sin estudios ambientales.
Sheinbaum y Arévalo también hablaron sobre la creciente violencia de los cárteles en la frontera México-Guatemala, donde los grupos criminales pelean por el control de rutas migratorias lucrativas. Esta semana, un grupo de unos 100 mexicanos huyó a través de la frontera debido a un brote de violencia en sus comunidades.
El viernes por la tarde, Sheinbaum y Arévalo viajarían a Calakmul, en el sur de México, para reunirse con el primer ministro de Belice, Johnny Briceño, y continuar las conversaciones.
“Hoy, México y Guatemala demuestran la voluntad de dos naciones hermanas, con gobiernos comprometidos con la justicia y sus pueblos, de avanzar juntos hacia un futuro más digno, equitativo y libre”, añadió Sheinbaum.