Retornado a Gaza instala la carpa familiar sobre una bomba israelí sin explotar

Un palestino que regresó a su vecindario en Gaza, destruido por los bombardeos israelíes, encontró un vehículo blindado israelí sin explotar entre los escombros donde tuvo que montar un refugio temporal.

Las familias comenzaron a volver a la ciudad de Khan Younis después del alto al fuego que entró en vigor el 10 de octubre. Se unieron así a más de 435.000 personas que han regresado en la otra dirección, hacia el norte, desde los campamentos de desplazados más al sur.

Muchos encontraron vecindarios arrasados, metal retorcido e incluso armas peligrosas donde antes había edificios residenciales y hogares.

Sin un lugar donde establecerse y con gran parte de Gaza aún ocupada por el ejército israelí, Ayman Qadourah ha recurrido a montar la tienda de su familia sobre una enorme máquina militar, conocida localmente como “robot explosivo”, que llevaba poderosas bombas usadas para destruir manzanas enteras.

Estos robots explosivos controlados a distancia fueron desplegados por Israel en las zonas urbanas de Gaza, causando daños generalizados a la infraestructura.

Qadourah regresó a su casa en Khan Younis hace un mes. Dijo que la casa de su vecino contenía otro dispositivo cargado de explosivos. Un misil de un F-16 había creado un cráter de tres metros de profundidad entre las dos propiedades, mientras que otros dos misiles impactaron en la parte trasera de su vivienda.

“Los dispositivos sin explotar como ese son un peligro serio”, dijo a Al Jazeera. “Por ejemplo, si algún líquido inflamable se le acerca, las llamas serán enormes, llegarán al cielo.”

Qadourah teme que si uno de los explosivos detona, podría arrasar un vecindario completo. Para reducir el riesgo, regularmente cubre las máquinas con arena.

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A principios de septiembre, la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza informó que Israel había detonado más de 100 robots cargados con explosivos durante las últimas tres semanas de agosto.

Un análisis satelital del Centro de Satélites de las Naciones Unidas (UNOSAT) encontró que en toda la gobernación de Khan Younis, más de 42.000 edificios fueron afectados. La ciudad en sí, la segunda más poblada de la Franja de Gaza, concentra al menos 19.000 estructuras dañadas.

En toda la Franja de Gaza, más de 227.000 viviendas han sufrido daños, según evaluaciones de la ONU, dejando a cientos de miles de personas sin un lugar al que regresar o vivir.

Luke David Irving, quien dirige el Servicio de Acción contra Minas de la ONU en el territorio palestino ocupado, describe la amenaza de los explosivos en Gaza como “increíblemente alta”. Su agencia ha identificado al menos 560 de estos dispositivos en las zonas a las que ha podido acceder, aunque la verdadera escala se deconoce.

Desde octubre de 2023, 328 personas han muerto o resultado heridas por artefactos sin explotar, según los informes recibidos por la ONU, aunque se cree que la cifra real es mayor.

Los hijos de Qadourah ahora usan ropa que él sacó de debajo de los escombros. Las prendas han causado graves infecciones en la piel, como erupciones y abscesos.

“A pesar de todo, nos vemos forzados a vivir aquí, porque simplemente no hay alternativas. Actualmente, no hay adónde ir”, dijo. “No queda ni un centímetro de espacio”, añadió, refiriéndose a las condiciones de hacinamiento en el campamento de al-Mawasi, en el sur.

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Los palestinos que se han quedado en el sur “no se moverán hasta que se alcance una solución permanente” a los problemas de vivienda, añadió Qadourah.

Las agencias humanitarias han aumentado las entregas de ayuda desde el alto al fuego, distribuyendo comida, tiendas de campaña, suministros de higiene y combustible. Pero Israel continúa restringiendo severamente el flujo de ayuda, y el objetivo de ingresar 600 camiones al día a la devastada y desesperada enclave está actualmente lejos de ser una realidad.