Después de la Caza, la nueva película de Luca Guadagnino, es una película que intenta abordar ideas importantes sobre la verdad, la culpa y el movimiento Me Too, ambientada en los elegantes pasillos de la Universidad de Yale. La historia sigue a Alma, una profesora de filosofía interpretada por Julia Roberts, quien enfrenta una crisis cuando su estudiante más brillante acusa a un colega de conducta inapropiada. A medida que avanza la trama, el pasado oculto de Alma comienza a salir a la luz, mezclando sus problemas personales con el drama profesional.
El ritmo de la historia es pausado y construye tensión a través de conversaciones silenciosas y miradas significativas, más que con escenas de acción. Alma se encuentra atrapada entre su estudiante (Ayo Edebiri), quien lucha por justicia, y su amigo y colega profesor (Andrew Garfield). Su matrimonio complicado con un psiquiatra peculiar (Michael Stuhlbarg) añade otra capa a la historia, mientras los indicios sobre su pasado te mantienen con la intriga. El guion, escrito por Nora Garrett, es inteligente y lleno de reflexiones, pero a veces puede sentirse un poco vago, como si intentara ser demasiado misterioso.
Julia Roberts es el corazón de la película, ofreciendo una actuación que es a la vez fuerte y frágil. Como Alma, muestra cada pizca de preocupación y duda a través de sus expresiones; su rostro dice más que las palabras. Ella hace que Alma se sienta real, como alguien que podrías conocer, luchando por hacer lo correcto cuando todo es un lío. Es el tipo de actuación que se te queda grabada y que demuestra por qué Roberts sigue siendo una estrella.
El resto del elenco también es impresionante. Andrew Garfield aporta una energía suave y casi quebrantada a su papel, haciendo que te cuestiones la culpa de su personaje sin convertirlo en un villano de caricatura. Ayo Edebiri es aguda y apasionada como la estudiante, añadiendo una chispa fresca que sacude a los personajes mayores. Juntos, mantienen la película interesante incluso cuando el ritmo decelera.
La dirección de Guadagnino es hermosa, con una estética visual oscura y lluviosa que combina perfectamente con el tono serio de la historia. El trabajo de cámara se siente íntimo, acercándose a los rostros para mostrar cada emoción. La película se sumerge en el movimiento Me Too, explorando cómo las personas y las instituciones manejan las acusaciones de acoso. Muestra el choque entre las generaciones mayores, que quizás ignoraban ciertos comportamientos, y las más jóvenes que exigen cambios. No se trata tanto de elegir un bando, sino de hacerte pensar sobre la verdad y la responsabilidad. Este enfoque abierto es lo que la hace interesante, pero también podría dejar a algunos espectadores con ganas de respuestas más claras.
Lo que Después de la Caza hace mejor es darte ganas de hablar sobre ella. No es una película que resuelva todo de manera perfecta; te deja lidiando con las decisiones de los personajes y con tus propios pensamientos. Los momentos silenciosos, especialmente con la historia de Alma, son intensos y se sienten muy reales. Es el tipo de película que querrás discutir con amigos, analizando que significa todo.
Después de la Caza es una película con grandes ideas y actuaciones increíbles, pero el guion no siempre acierta del todo. Julia Roberts y el elenco hacen que valga la pena verla, y el estilo de Guadagnino la mantiene atrapante. Si te gustan las películas que te hacen pensar y no te importan algunos cabos sueltos, es una muy buena opción.
Después de la Caza se estrena desde el 16 de octubre en el Luna Leederville, Windsor y Luna on SX.
