Con *s h i n e*, Tobias Jesso Jr. se lleva la corona por el regreso más tranquilo del año. Viniendo de un artista que opta al premio de Compositor del Año, No Clásico – después de ganar el primer galardón en esta categoría de los Grammys en 2023 – por sus contribuciones a canciones de Justin Bieber, Miley Cyrus y Dijon, entre otros, el álbum parece diseñado para ser olvidado. Sale tan tarde en el año que las publicaciones solo considerarían cambiar sus listas si fuera un seguimiento magistral – y no deliberadamente suave – a su debut de 2015, *Goon*, que sigue siendo el único álbum promocionado en su web. *s h i n e* está en su mejor momento cuando confía en el don de Jesso Jr. para la producción vívida, su entrega sutilmente expresiva y su lírica conmovedora para superar sus cualidades de demo, en vez de simplemente apoyarse en ellas. Aunque a menudo suena inseguro de sí mismo, los años de Jesso Jr. lejos del foco le han enseñado a iluminar las mejores partes.
**1. Waiting Around**
Hay historias de amor que terminan antes de empezar, y luego hay historias de amor que condenamos así después de que se acaban. El tema que abre *s h i n e* tiene sentido del humor sobre la tristeza que asignamos en retrospectiva a las relaciones que han fallado, algo que no se notaría si su arreglo minimalista no dejase espacio para la voz de Jesso Jr. El pequeño “mm” que añade al final de “You were upset every other morning” hace el insulto un poco menos mezquino, como si estuviera bailando alrededor de una narrativa que hemos escuchado mil veces. Mientras la melodía de piano se te graba en el cerebro, una percusión tenue resuena al fondo como el corazón apagado que antes se importaba mucho más por cada ruptura.
**2. Black Magic**
Puedes imaginar a Jesso Jr. transformando ‘Black Magic’ en una canción realmente impresionante, como quizás lo haría para otro artista. Aun así, la versión que ofrece aquí no resta tanto efecto fascinante de este amor como que resalta su naturaleza de uróboros: no hay nada triunfante en estar “atrapado en un otro mundo iluminado por velas,” pero la luz aún puede ser extática. Ojalá no se aplanase tan pronto con la línea “Lovin’ you’s worse than/ Customer service/ Can you imagine that?”, que sonaría mejor si fuese, no sé, las hermanas Haim cantándolo. Malditas relaciones, ¿verdad?
**3. Bridges**
Jesso Jr. admite que ya no se conoce a sí mismo, una sensación que impregna ‘Bridges’ con una emocionalidad vaga que cansa a lo largo de cuatro minutos. Es más, el puente de “I’m waiting” se parece demasiado a la canción inicial, dando la impresión de que a *s h i n e* se le acaban las ideas.
**4. Green Eyes**
Como ‘Bridges’, ‘Green Eyes’ tiene una base sólida melódica y líricamente, pero al final se siente poco desarrollada. Canta sobre “reescribir la historia como si estuviera destinada a ser” pero se queda en lugares comunes, conforme con ahorrar los detalles. Otra vez, hay ecos del primer tema sin realmente construir sobre su concepto.
**5. Everything May Soon Be Gone**
No necesariamente notas que Justin Vernon co-escribió ‘Green Eyes’, pero quizás identifiques algunos de los rasgos melódicos de Danielle Haim en ‘Everything May Soon Be Gone’. (Haim y Jesso Jr. contribuyeron al último disco de Bon Iver de Vernon, aunque, curiosamente, no en la canción ‘Everything Is Peaceful Love’. Diferencias ontológicas, supongo.) No es que Jesso Jr. de repente se ponga específico, pero hay gravedad en la amplitud de la canción, sin mencionar una cualidad mágicamente florida en su forma de tocar el piano. Es demasiado pura y tierna para dejarla pasar.
**6. Rain**
‘Rain’ empieza bastante obvia: “Mirando a las nubes/ Y se están poniendo algo oscuras/ ¿Es eso un metáfora solo para tú y yo?” Pero también es una canción evocadora y consciente de sí misma sobre esa propensión creativa a sentimentalizar fenómenos naturales, que contrarresta con la imagen mucho más humana y desmoralizante de dos personas sentadas en un banco sin nada sustancial que decir – esperando a que caiga la lluvia en ausencia de un lenguaje compartido. Hay un poco de truco de estudio cuando repite las palabras del título, como nubes cubriendo el cielo nocturno.
**7. I Love You**
Me sorprendió escuchar los batería distorsionada que explota en ‘I Love You’, menos por el drama que por la forma en que deshilachó los bordes de una balada por lo demás intuitiva. Está mal de la mejor manera, pero no es completamente sin sentido – hay una sensación de continuidad en la canción, la feeling de un espacio seguro abriendo la puerta a una vulnerabilidad aparentemente devastadora. Esta vez Jesso Jr. no está contando una historia tanto como trazandola.
**8. Lullaby**
En un punto de la canción, Jesso Jr. racionaliza el orden del álbum: “¿No sabes que tienes que romperte/ Para realmente brillar?” El resplandor de ‘Lullaby’ viene de su fragilidad, que domina todo lo demás en el disco. El cantante explora su recurso en ‘I Love You’, pero aquí cada elemento en la producción parece derretirse a su alrededor, liquefactándose. “All those dreams we never held,” canta al final, guardando la mejor letra para el final: “Nadaremos como si pudiéramos volar.”
