Reseña del Álbum: Matt Berninger, ‘Get Sunk’

Reseña de Get Sunk de Matt Berninger

Si la última vez que escuchaste las letras de Matt Berninger fue en los últimos álbumes de The National, la historia y el ambiente de Get Sunk te resultarán familiares. En 2020, el líder de la banda pasó por un largo bloqueo creativo y depresión que influyó en First Two Pages of Frankenstein (2023) y su sorprendente compañero, Laugh Track. Aunque su segundo disco solista, continuación del refinado Serpentine Prison (2020), nace de un estado similar, aquí se hunde más en lo subconsciente: palabras que surgen de recuerdos difusos, somnolencia o un colapso total. Trabajando con el productor Sean O’Brien y músicos como Booker T. Jones, Meg Duffy (Hand Habits) y Julia Laws (Ronboy), Berninger se mantiene al límite. El resultado es más dinámico y menos pulido que Serpentine Prison, un mar en el que vale la pena sumergirse, aunque ya sepas, más o menos, qué esperar. Puedes mirar algo para siempre, pero no es nada hasta que lo sientes recorrer tus huesos.

1. Inland Ocean

Emocionalmente neutro y sereno, Inland Ocean funciona como una apertura perfecta, un lienzo en blanco iluminado por su entorno. Berninger pide un abrazo, aunque sea uno que asfixie: «Envuelveme y entiérrame». Suavizado por los coros de Julia Laws (Ronboy) y una instrumentación cargada de eco, finalmente revela su duelo sin metáforas: «Todo termina antes de que yo quiera / Necesitaba más tiempo a solas contigo». Toques de órgano, armónica y teclados intentan crear algo de la nada, mientras la batería de Sterling Laws rompe la superficie.

2. No Love

En una sequía creativa, un simple acorde de piano basta para rescatar sentimientos reales: «un hundimiento», en este caso. Mientras Nick Lloyd mantiene el sonido, Berninger confiesa: «La música no es nada romántica», evitando posesividad antes de añadir: «Nuestros ojos están rojos y secos / No tiene nada que ver con nada / Las vibras no están bien». Cuando «nadie distingue entre columna vertebral y fama», no puedes culparte por refugiarte en ti mismo.

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3. Bonnet of Pins

Bonnet of Pins no solo es un excelente sencillo, sino que da vida a Get Sunk: el arreglo es más dinámico, las letras de Berninger están llenas de detalles, y su interpretación, cargada de emoción, deja espacio para versiones en vivo. La canción narra un encuentro con un antiguo amor; se siente su mirada ardiendo en su voz, ya sea observando («Ella se desliza hacia mí con un cigarrillo y un café de espuma») o acusando («Lo más cercano al amor que ha encontrado / es del que no te puedes desacer rápido»). «Esto lleva toda una vida», dice, y esta canción podría quedarse contigo igual.

4. Frozen Oranges

Buscando concentración, Berninger se refugia en la Indiana de su infancia: «Podría enfocarme en un lugar así». Pero termina perdido en recuerdos, con el trompeta de Kyle Resnick dándoles un toque surrealista. La ilusión de inocencia limpia la amargura de las canciones anteriores.

5. Breaking Into Acting (con Hand Habits)

En apariencia, Breaking Into Acting es otra acusación: tu emoción (perdón, según Berninger, aunque no se nota en la canción) es falsa. Pero su corazón, realzado por los coros de Hand Habits, es empático. «Lo entiendo completamente», cantan, reconociendo la verdad tras la actuación. Él conoce demasiado ese lenguaje como para ignorarlo.

6. Nowhere Special

El barítono de Berninger resbala febril: «Arrastraré mis palabras urbanas al micrófono triturador de mentes / Mi cráneo ya no es blando, tiene grietas como un piso». No es una confesión borracha, sino un deshilvanado poético, tambaleándose fuera del ritmo hacia algún entendimiento, vislumbrado en frases como «Quiero creer en esta pequeña fantasía» o «¿Sabes qué? Te quiero». Podrías llamarlo flujo de conciencia; para él, es «pensar sin pensar», algo que corre por la sangre.

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7. Little by Little

Con un giro ingenioso, el narrador parece hablarle al personaje de la canción anterior, una figura paternal: «No entiendo lo que dicen, siempre rezando, siempre caminando». El duelo aquí es intergeneracional, con líneas como «ya no vienes» o «te conviertes en polvo y sueños». No impacta como lo mejor de Berninger, pero transmite el mensaje: poco a poco, aprendes a soltar.

8. Junk

Coescrita con Paul Maroon (The Walkmen), Junk mezcla autodesprecio y rendición romántica, con un arreglo caprichoso y la voz de Berninger justo en el punto. «Solo soy basura», canta, como una invitación, rimando a medias con amor—y solo medio bromeando.

9. Silver Jeep

Parece que todo el álbum apuntaba a este momento de escritura concentrada. Silver Jeep es ambigua pero intrigante, dando a Ronboy (presente en segundo plano en Get Sunk) su merecido protagonismo como la mujer «en algún lugar, en un Jeep plateado». Su breve intervención («Solo quiero que sacudas mis huesos y huyas») deja con ganas de más, pero la historia ya se esfumó—o quizá fue un espejismo.

10. Times of Difficulty

Si eres como yo, ya no quieres oír «tiempos difíciles». Pero esta canción es una excepción, menos aislante que instructiva, con coros que animan: ¡«Emborráchate! ¡Húndete! ¡Olvida! ¡Mójate!». Berninger no habla de estos tiempos, sino de un ciclo perpetuo. «Pensaré en ti si tú piensas en mí / Como el cielo piensa en el mar». El cómo sigue siendo un misterio, pero da una idea de su duración: más que una vida. Nada poco romántico.

Get Sunk en Bandcamp

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