Reseña de ‘The Girlfriend’: ¿Hasta dónde llega el ambiente incestuoso que permite una serie? Hasta muy lejos

‘Esta es diferente’, le dice un hijo a su madre cuando ella se burla de su nueva novia. Lista, dice. Impresionante, ambiciosa, divertida – “me recuerdas a ella”. Algo cruza por la cara de Mami. “¿Yo te recuerdo a ella?”, dice, y no es realmente una pregunta.

Bienvenidos, amigos, a *The Girlfriend*, una adaptación del excelente thriller psicológico de Michelle Frances, y una respuesta a la pregunta que muchos nos hemos hecho – ¿cuánta vibra incestuosa se puede lograr en una serie de prestigio y lograr que Robin Wright actúe y haga todo inquietantemente creíble?

La respuesta a la primera parte es, “Uy, bastante, comenzando con un reencuentro en la piscina del sótano de la casa familiar y una charla en el sauna”. La respuesta a la segunda es, “Sí se puede, y ¿cómo olvidamos lo buena que es tras sus cinco años como Claire Underwood en *House of Cards*? Dios, ¿quién querría ser actor si la memoria de los espectadores es tan corta?”.

Esta vez ella es Laura, una dueña de galería fabulosamente rica cuyo hijo, Daniel, es el centro de su vida emocional. Laurie Davidson, quien lo interpreta, transmite mucho carisma e inteligencia que evita que el personaje sea cursi o tonto, lo que hundiría la narrativa. Pero ¿Daniel sería tan importante si su esposo, Howard (Waleed Zuaiter), no tuviera una aventura larga y si ella no hubiera perdido a una hija años atrás? Quizás no. O quizás sí. *The Girlfriend* es una bestia brillantemente escurridiza – emplea cambios de perspectiva al estilo Rashomon entre Laura y la novia – y le gusta mantener sus opciones abiertas.

Manteniendo sus opciones abiertas… Waleed Zuaiter, Robin Wright y Laurie Davidson en *The Girlfriend*. Fotografía: PA

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A esta familia adinerada con su… interesante dinámica llega Cherry (Olivia Cooke, cuya actuación ambigua hace que todo funcione). Cherry es una agente inmobiliaria que Daniel conoce cuando busca el apartamento de un millón de libras que sus papás quieren comprarle al empezar su formación médica. Ella no es exactamente lo que parece pero – al menos inicialmente – de modo perdonable. Es normal guardar silencio sobre tu pasado si eres joven y buscas superarte, ¿no? ¿Darle un poco de brillo frente a los padres de tu nuevo novio? Especialmente si ya escuchaste a su madre burlándose de tu nombre vulgar con su mejor amiga. Y, si ella va a ser tan esnob, ¿por qué no ceder a la tentación de aumentar las muestras de cariño en público frente a ella y ponerle un palo en la rueda a sus planes para el cumpleaños de Daniel? Además, si tu jefe asciende a una compañera inútil y pija por sus conexiones familiares, ¿no escupirías en su termo de café? Oh. ¿No?

Hace que todo funcione… Olivia Cooke en *The Girlfriend*. Fotografía: Christopher Raphael/Cortesía de Prime

Lograr que la audiencia dibuje líneas y luego tenga que borrarlas cuando se proporciona otra revelación o interpretación de los eventos es el *modus operandi* de *The Girlfriend*. Figuras del pasado de Cherry aparecen y, quizás, sugieren que el escupitajo en el café es en verdad la señal de una mente vengativa. O, quizás, Laura encuentra solo lo que quiere encontrar. Pronto, el papel está borroso y cada nueva línea que intentas dibujar se difumina automáticamente.

La relación entre Laura y Cherry es al principio de gato y ratón, luego una carrera armamentística y luego – tras una decisión crucial – una guerra total.

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La acción se vuelve más extrema y a veces ridícula, (como cuando un pastel de bodas aparentemente lleno de vísceras explosivas arruina la boda del ex de Cherry). Pero, a medida que avanzan los seis episodios, *The Girlfriend* tiene muchos detalles que evitan que lo absurdo reine por completo. Cuando, por ejemplo, Cherry compra un vestido en una boutique que no puede pagar, la vendedora le advierte que no hay devoluciones si se usa. Es tanto un acto de amabilidad como una advertencia, pero, de cualquier modo, es un recordatorio para nosotros y para Cherry de que las distinciones entre Nosotros/Ella y Ellos son inefables pero aún detectables de forma exasperante.

Distinciones de clase, el poder del dinero, los diferentes tipos de amor que podemos sentir, cuán liberales deberían ser los padres, cómo las emociones se deforman bajo presión, cuán desesperados podemos volvernos para que nos crean, y cómo distinguimos entre ambición y codicia, necesidad y deseo. Todo esto está en juego en *The Girlfriend*, que ha perdido poco de la agudeza psicológica del libro y ha conservado todo el suspenso. Quizás no sea para ver con tus hijos, pero por lo demás – disfruten.

*The Girlfriend* ya está en Prime Video.