Este thriller de terror de bajo presupuesto tiene un apellido directorial muy importante, pero la hija de Steven, Destry, ofrece muy poco del estilo clásico de Spielberg en su primer largometraje. Olvídate de la característica maravilla infantil de su padre; los jóvenes en esta historia post-apocalíptica – marginados porque los menores son portadores asintomáticos de una plaga que convierte a los adultos en caníbales – son completamente salvajes, oportunistas y alarmantemente dispuestos a matar. La película de Spielberg es una mezcla sorprendentemente nihilista, aunque irregular, de las novelas young-adult del siglo XXI y las películas de explotación de los años 70.
Después de escapar hacia la frontera, la joven Mary (Zoe Colletti) se une a un grupo de huérfanos que ocupan un centro comunitario cercano. El líder, Ben (Andrew Liner), resulta herido durante un robo a una gasolinera que sale mal, así que se refugian en una casa aislada. La improbable dueña es la británica Clara (Michelle Dockery de ‘Downton Abbey’) – quien lo cura y opina que lo que estos vagabundos realmente necesitan es un gran plato de galletas. Cuando el grupo despierta encerrado en el ático de Clara, esto solo debería reforzar la regla número uno: nunca comas las galletas.
Mary se salva del encierro porque Clara la ve como un reemplazo potencial para su propia hija, parte del 1% de niños que sucumbieron a la pandemia. Así que la joven es instalada en un dormitorio lleno de flores y obligada a complacer a su captora como en ‘Misery’, y así la película entra en un terreno de cuento gótico interesantemente inquietante. Pero Spielberg la equilibra de forma inestable con el puro terror que ocurre arriba, sin construir satisfactoriamente ninguna de las dos partes. Mientras el grupo es llevado uno por uno a una ducha fría y un destino horrible en una habitación contigua, la caracterización débil de los personajes hace que la tensión solo arda de manera intermitente. Giancarlo Esposito de ‘Breaking Bad’ le da un poco de vida periódicamente como un sheriff entrometido.
‘Por Favor No Alimenten a los Niños’ también recurre desafortunadamente con frecuencia a atajos narrativos, con personajes tomando decisiones poco aconsejables o despertando convenientemente pronto de sus estupores inducidos por drogas. Pero Dockery mantiene el rigor y mordisco en el centro como la carcelera amable, y hay un nerviosismo en la dirección de Spielberg, con la cámara moviéndose alrededor de este grupo de jóvenes desesperados y sugiriendo que quizás heredó una cierta intuición cinematográfica. Pero, como el monstruo de arriba, ella da un primer mordisco bastante desigual aquí.
‘Por Favor No Alimenten a los Niños’ está disponible en plataformas digitales desde el 29 de septiembre y en DVD desde el 20 de octubre.